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miércoles, 18 de mayo de 2016

COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR / Davíd Richo

COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR / Davíd Richo

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# 01 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

5 cosas que no podemos cambiar  por    Davíd Richo

Dice…{en la solapa}

…la fuente de nuestro sufrimiento no son los obstáculos, sino el hecho de temerlos
y luchar contra ellos.
…si aceptamos y abrazamos las cinco circunstancias inevitables, descubrimos que así desarrollamos nuestro coraje y alcanzamos más compasión y sabiduría, más felicidad…
PRIMERA PARTE:
100.- …LOS HECHOS DE LA VIDA
27…144
Afrontar la crudeza de la realidad es la forma más elevada de cordura y visión iluminada. […]
La devoción progresa mediante varias fases de desenmascaramiento hasta que llegamos al punto en que vemos el mundo directa y simplemente, sin imponer nuestras ficciones […]  Puede que tengamos la sensación de estar perdidos o de quedar expuestos, una sensación de vulnerabilidad.  Eso es únicamente una señal de que el ego está perdiendo el control de su territorio; no es una amenaza.
CHÖGYAM TRUNGPA RINPOCHE  {p.27}  
101.- TODO CAMBIA Y ACABA
{p. 29}
  El primer hecho de la vida es que los cambios y los finales son inevitables para cualquier persona, relación, entusiasmo o cosa. […] Todo comienzo conduce a un final.
Nuestro cuerpo envejece. Nuestras posesiones se deterioran. Nuestros recuerdos se desvanecen.
Sin embargo, cuando confiamos en el proceso de evolución nos damos cuenta de que esta manera de ser las cosas es la mejor. Los cambios hacen que el universo continúe desplegándose. Quizás las cosas acaban para que nosotros podamos alcanzar una alta cima espiritual siendo así que ya no intentamos seguir controlando todas las cosas. Esto es un misterio y por lo mismo sería sensato  cambiar nuestro “¿por qué?” por un “Sí”.
Podemos dar un sí incondicional a los hechos de la vida. Un “Sí” incondicional es dar la bienvenida a la vida, de cualquier forma que se nos dé.
La transitoriedad de la vida no tiene por qué impedir que seamos felices.  En Eclesiastés(9:7-10) se nos dice que disfrutemos de la vida en compañía de nuestra pareja, que comamos y bebamos vino con el corazón alegre, y que hagamos el trabajo diario con exuberancia. Un camino para adentrarse en el misterio del cambio y los finales puede ser el de la paradoja: decir sí con gusto a lo que es insatisfactorio. {p.30}
101.- CÓMO REHUÍMOS O ACEPTAMOS
El maestro Eckhart escribió: “Todo está hecho para que lo soltemos y así el alma pueda estar en la nada sin trabas”. Hay en esta afirmación una profunda consciencia espiritual.
Primero miramos todo lo que hay a nuestro alrededor y decimos: “Todo esto pasará”. Luego nos miramos a nosotros mismos sin nada a lo que agarrarnos y pensamos: “Quiero estar libre de trabas. Quiero ser puramente nada. Quiero estar en la totalidad del ”.
En nuestra cultura occidental estamos rehuyendo continuamente mirar de frente la realidad del cambio y de la muerte, la realidad de los finales…  Actuamos como si fuéramos incapaces de afrontar esa realidad… pero estamos preparados para afrontar las pérdidas y los finales: Podemos acongojarnos.
Cuando tenemos una pérdida, a menos que reprimamos los sentimientos, automáticamente nos entristecemos, nos enfadamos o nos asustamos.  Estos sentimientos de dolor nos ayudan a soportar los hechos de la muerte y de los finales. Esa congoja es el aspecto del   cuando afrontamos las condiciones de la existencia. El hecho de que seamos capaces deacongojarnos nos dice que somos capaces de  afrontar las pérdidas y los finales y dirimirlos. Nuestra misma naturaleza, como la naturaleza misma, está preparada para afrontar la muerte en vez de negarla.
Ciertamente, la aceptación ante la muerte no es extraña a quienes hayan pasado su vida adulta soltando el ego y sus apegos. El dolor, el sí a las lágrimas, hace posible la aceptación de la realidad y de sus condiciones, incluido acabar en la muerte.
Como todos los hechos de la vida representan una pérdida, el dolor es un medio hábil para afrontar todas ellas. Simplemente si negamos la necesidad del dolor, no tendremos la oportunidad de fortalecernos con lo que nos depare la vida.  Depende de nosotros aceptar experimentar congoja que requieren las condiciones de la vida. Depende de nosotros confiar en que esa congoja sea la manera de dirimir nuestras pérdidas  y así tras pasar por esas pérdidas llegar a lo que viene después, el estilo evolutivo.
Pasar por la experiencia de la congoja por haber perdido a nuestra pareja o a un familiar, por ejemplo, nos ayuda a dejar de aferrarnos a ellos.
El dolor nos prepara para, con el tiempo, dejar de apegarnos al pasado y poder sentir cercanía con otras personas que conoceremos  y  que  nos ofrecerán cosas similares a las que hemos perdido. De esta manera ya no nos sentimos solos y aislados, sino reconciliados con la realidad y reconectados con otras personas. {p. 32}

***
102.- ATRAÍDO  O  REPELIDO
Nuestros sentimientos de atracción o de repulsión hacia personas, lugares y cosas parecen fluir sobre una curva campaniforme.
Notamos tres fases en la curva: crecimiento, cúspide y declive. Por ejemplo, oímos una canción y nos encanta (interés creciente). Así que compramos el CD y lo escuchamos continuamente (cúspide de disfrute)- Luego lo oímos con menos frecuencia (declive del interés), y, finalmente apenas volvemos a escuchar la canción que tanto nos gustaba.
[…].
Las relaciones amorosas siguen ese mismo patrón de  la curva campaniforme.  “Ya no es como antes”, decimos de una pareja de amantes. […].
Cada uno de los cinco hechos principales de la vida se enfrenta con nuestras ilusiones profundas. a) El hecho  de que las cosas cambien se enfrenta con nuestra ilusión de la continuidad. b) Contra nuestra ilusión de control, nuestros planes fracasan. c) Nuestra ilusión de que las cosas serán justas ó de que d) no experimentaremos el dolor, ó de que e)  la gente será digna de confianza… es recusada por los hechos que afrontamos a lo largo de la vida.  Los hechos dados nos liberan de la ignorancia y de la ilusión.
En una práctica como la presencia de mente, cultivamos la atención al aquí y al ahora, sin editarlo y sin que interfiera nuestra historia. Así es como nos liberamos de la ilusión. La presencia de mente nos escolta hasta el camino medio entre la atracción y la repulsión. No nos apegamos a lo que es atrayente ni huimos de lo repulsivo. {p. 34} […]. …Notamos nuestros deseos de acercarnos o alejarnos, sin tener que actuar siguiendo esos deseos. En esa posición central está el  a la realidad total, en vez delno a una u otra de sus dimensiones. Optar por eso es elegir el trabajo psicológico y la práctica espiritual.
Psicológicamente, tiene sentido acercarse o alejarse de las cosas. Es una señal de sano discernimiento, criterio y asertividad. La psicología es la ciencia del ego, y al ego le van muy bien las distinciones y las opciones. Sin embargo, elegir entre “esto… ó esto otro” no deja espacio para la dimensión espiritual del discernimiento. Es ignorancia insistir en una opción en vez de abarcar todas las posibilidades que hay en el espectro.
La flexibilidad espiritual se desarrolla con la reconciliación de contradicciones aparentes. Es la ciencia de la paradoja, es decir “esto… y lo otro”.
Por ejemplo, en la práctica budista los votos del bodhisattva ordenan al practicante que ponga a los demás por delante de sí mismo. Es el mismo compromiso que hay en “Ama a tu prójimo”. Sin embargo, la habilidad psicológica de la asertividad da preferencia al propio interés sin dañar a otros.
¿Cómo hacemos para  reconciliar estas dos recomendaciones?
La respuesta está en determinar los territorios de cada dimensión de la vida. En el trabajo psicológico trabajamos con la dualidad ya que nuestro “yo” está en nuestra unicidad. En la práctica espiritual no hay dualidad ya que no tenemos ningún “yo” en el sentido de “esto…o esto otro”, pues tenemos una interconexión entre “esto… y lo otro”. Me cuido, pero no a expensas de los demás; antepongo a los demás, pero no a expensas de mí mismo.
En el movimiento de autoayuda, aprendemos a integrar nuestro trabajo psicológico y nuestra práctica espiritual, pero teniendo conciencia de que el trabajo psicológico es dualista y la práctica espiritual es no-dualista. La integración es tarea de la paradoja por la que reconocemos las diferencias y encontramos una manera de vivir entre ellas. En ese camino medio está el equilibrio que hace incondicional al sí, el cual ya no está condicionado por un “o esto…  ó lo otro”.
Esto… y lo otro” reflejan las enseñanzas de la tradición budista tántrica, en la que las condiciones de la existencia son aceptadas como la útil materia prima de la práctica espiritual. Nuestros problemas personales y nuestros conflictos interpersonales se convierten en el camino a la compasión y la sabiduría. Ni negamos ni evitamos los sentimientos que nos provocan las condiciones de la vida. Los hechos dados y nuestras respuestas son ingredientes esenciales para nuestra iluminación. […].
La aceptación de la realidad ó “Sí” incondicional de los hechos de la vida, puede vehicularse psíquica, mística o espiritualmente con el resultado de que se da fuerza y valoración a nuestra interconexión.{p.35}
***
103.- 
ENVEJECER:
UNA IMAGEN CAMBIANTE EN EL ESPEJO

Nuestra personalidad también pasa por fases a lo largo de nuestra vida. Nuestro ego de la adolescencia, a veces tan arrogante, acrecienta su ambición de poder durante la juventud y primera edad adulta.
Al pasar de los cuarenta y cinco años, las cosas cambian. Si decimos sí al cambio, pasamos por ello con gracia y aplomo. […].
… ahora estamos en una nueva fase de la vida, una fase que puede tener menos glamour pero más sabiduría. […]. {p.36}.
…Según vamos envejeciendo, podemos acceder con gracia a los cambios del marchitamiento.  Mi cuerpo dijo sí a este envejecimiento, lo cual nos libera  de estar excesivamente preocupados por la apariencia. Entonces, la naturaleza puede mover nuestro foco a la sabiduría,  […].
Un  al hecho de que todo cambia y acaba  es un   a dejar que la naturaleza  siga su curso en nosotros. […]. No podemos controlar el proceso o tener garantizada la sabiduría, pero un incondicional nos sitúa en la mejor posición para que entre la luz. {p. 37}.
*** 
104.-
 LO QUE NOS HACE TAN CONTROLADORES
{p.37}
Lo opuesto al “sí” no es el “no”; es el control. Detrás del impulso a controlar está el miedo a que tendremos que sentir algo doloroso. Cada hecho dado insulta al ego que quiere creer que tiene todo el control. El  es aceptación; el no es repudio.  Debemos aprender a aceptar el hecho de que a veces no podemos evitar un cambio que no deseamos en nuestra vida. Paradójicamente, esa aceptación nos trae serenidad. Tratar de controlar totalmente lo que nos sucederá nos hace antagonistas a los hechos de la vida y en consecuencia mantiene el estrés. Mientras seguimos reacios al Sí, nuestra vida es un vaivén titubeante entre el terror y el control. {p.38}
Dejar el control significa que los hechos dados se imponen. El control es una de las maneras de escapar de la vida real. El control es una ilusión tan arraigada que incluso pensamos que podemos abandonar el control cuando lo deseemos. Pero no abandonamos el control; lo que abandonamos es la creencia de que podemos controlar. El resto es cuestión de gracia. Los hechos de la vida son las herramientas que nos da el universo  para esa lección. {p. 38}.
La preocupación está relacionada directamente con el control. Parece que nos preocupamos por el futuro, nuestra economía y finanza, nuestro trabajo y relaciones sociales, etc. ; pero en realidad nuestra única inquietud es que no podamos controlar lo que suceda en nuestra vida.  Y esto es así porque tememos no poder afrontar lo que nos ocurra; porque todavía no hemos aceptado el  incondicional.
Cuando comenzamos a decir sí a las realidades de nuestra vida, no debemos imponer nuestro sí particular a otras personas, ya que cada uno tenemos una realidad diferente que afirmar. Cuando estaba iniciando mi dieta de comida sana, le dije a mi hijo Josh, que se abstuviera  de la llamada “comida basura”. Mi hijo, que entonces tenía 20 años de edad, me respondió que “cuando llegue el momento de cambiar mi régimen alimenticio, lo haré”. No es totalmente acertada su explicación, pero tiene su parte de razón. Yo estaba imponiendo a su cuerpo joven mi nuevo sí, y él no accedió.
Ahora tengo más cuidado con Josh y con todo el mundo, para no ser yo un activista  Crítico, Intérprete y Aconsejador.  Deberíamos hacer una práctica espiritual (especialmente en relación con nuestra propia familia), de no criticar la conducta de otras personas, no interpretar lo que hacen y no aconsejar, a menos que se nos pida consejo. Nuestra comunicación social y afectiva se hace más amorosa y respetuosa si eliminamos de nuestro repertorio esos tres comportamientos: Criticar, Interpretar y Aconsejar. Es más: acosar a otras personas como Crítico, Intérprete y Aconsejador (C.I.A) es mortalmente dañino para las cinco cualidades básicas del amor genuinoAtención, Aceptación, Agradecimiento, Afecto y Autorización. (Lo que llamo las cinco aes) [ver en 5º hecho que no se puede cambiar , # 501, Capítulo 5 de  “Cinco cosas que no podemos cambiar”].
[…] La mayoría de nosotros  tenemos tendencia a controlar porque tenemos miedo al dolor, pues tratando de prevenir pérdidas no tendremos que acongojarnos.  No es divertido estar triste por las pérdidas y nuestro ego harapiento se siente insultado e impotente, y eso nos resulta intolerable.
Permaneciendo en el control eludimos estas invitaciones a la humildad.
Vivir más íntegramente el presente en nuestro trabajo espiritual. El primer hecho de la vida, el hecho de la transitoriedad, significa que todo seguirá cambiando en nuestra vida. […].
Cuando abandonamos lo que en Hamlet se llama “nuestra terca oposición” a los hechos de la vida, ponemos nuestro destino con el del resto de la humanidad. […]. Mantenemos la cabeza en la misma dirección que la realidad. Lo cual significa vivir la vida sin adornos, sin fruslerías, sin un padrino que nos cubra la espalda. […]. Ya no me importa tanto controlar cómo soy. Me siento intrigado por saber cómo seré.
Mientras luchemos contra las reglas de la vida, nos asustará el contacto directo con la realidad, que constituye la esencia del verdadero crecimiento. La presencia de mente –por hacer hincapié en la presencia total en el momento tal como es—nos resultará muy difícil.  Puede que recurramos a muchas cosas externas para protegernos: dinero, sexo, alcohol, café, comida, fumar, drogas y, por supuesto, los movimientos incesantes de nuestra mente frenética con todos sus miedos y esperanzas. Cuando analizamos a conciencia nuestros miedos, vemos que, en su base, todo miedo es un miedo a no tener el control.
Hay algunas experiencias que nos incomodan diariamente, en las cuales la causa de la incomodidad es el tema del control. El control se opone a un  sano y robusto  a la realidad tal como es.  Esto significa que estamos en contra de no poder controlar la realidad.  A menudo experimentamos contrariedades en las cuales, si miramos con atención,  veremos un factor de control. Por ejemplo, en contrariedades como estas 16 siguientes:
01.- queremos ser diferentes de  cómo  somos.
02.- queremos que otros sean diferentes a como son.
03.- queremos que alguien nos llame o nos visite.
04.- no nos gustan las pruebas o esperar sus resultados.
05.- la casa no está suficientemente limpia u ordenada.
06.- no podemos eliminar de una vez las hormigas o cucarachas de nuestra casa.
07.- no logramos perder obesidad o bajar la tensión arterial.
08.- nos obsesiona lo que sucedió o lo que podría suceder.
09.- tenemos sentimientos, humores y hábitos que no nos gustan.
10.- no dormimos tanto tiempo como quisiéramos.
11.- nuestra pareja, familia, etc., no actúan como quisiéramos.
12.- nos sentimos impelidos a anticipar todas las posibilidades.
13.- aunque lo intentamos, no logramos caerles bien a ciertas personas.
14.- no hemos tenido éxito en un trabajo, plan financiero o relación amorosa.
15.- tras una discusión, se nos ocurre la respuesta adecuada o qué decir cuando ya es tarde.
16.- nos falta pericia en matemáticas, fútbol o jardinería.
En cada una de estas dieciséis contrariedades está subyacente la creencia de que deberíamos controlarlo todo en todo momento. Esta creencia obsesiva en nuestro control nos lleva a la ansiedad. Es lo opuesto a la serenidad, resultado de un sí incondicional a lo que es, a nosotros mismos y a los otros. {p. 41}
En un mundo en el que las cosas cambian y acaban, tiene sentido una actitud de aceptación y confianza, actitud imposible si no soltamos el control.
En un mundo en el que comprobamos que el control no resulta eficaz y fiable,  necesitamos no el control, sino la capacidad de estar satisfechos actuando lo mejor que podamos y dejando que los dados caigan como caigan.  Entonces es el momento de ocuparse de lo que suceda, sea lo que fuere. El control obsesivo entorpece las probabilidades de que encontremos las nuevas posibilidades que surgen cuando aparecen en nuestras vidas rumbos sorprendentes o no previsibles. Lo  impredecible  ya no es tan  temible y es más atractiva pues nos abre nuevos caminos hacia una “nueva frontera”. {p. 42}
[Un ejemplo de cómo la vida y el destino suceden de manera sorprendente es el caso de algunos artistas o escritores que llegaron a serlo debido a un accidente que los inmovilizó en un hospital. San Ignacio de Loyola se dedicó a la religión como consecuencia de sus heridas de guerra como soldado.]
***
105.- NO HAY NADA SEPARADO
Aldous Huxley comentó que la frase “Yo soy” contiene dos errores: Yo  da una impresión de separación; soy  da una impresión de permanencia.
Sin embargo, parece ser un hecho dado de la ecología que no hay ninguna separación, y un hecho dado de la existencia física es que todo está cambiando. Estos dos conceptos están conectados, ya que, cuando todo está inter-relacionado –no hay ningún yo  separado—no estamos en conflicto con el hecho de la transitoriedad. Cuando nos sentimos desesperados por crear algunas amarras seguras, nos estamos evadiendo del hecho de la vida de que todo tiene que cambiar y transformarse, un hecho que incrementa el espíritu.
La práctica budista de la presencia de mente reconoce el sufrimiento que caracteriza al cambio y a la transitoriedad, y recomienda no escapar del sufrimiento, sino prestarle atención. Estamos presentes (mentalmente) en lo que pasa sin recibir interferencias del ego: el miedo, el deseo, el control, el juicio, la ilusión, las quejas. Pero si nos involucramos en el miedo y el deseo del ego en vez de estar aquí y ahora como seres que respiran y que están continuamente en medio de los sucesos del momento, es entonces que contribuimos a nuestro propio sufrimiento.
Cuando reducimos nuestro aprieto a solamente lo que es, sin añadidos o comentario editorial, y le decimos ,  dejamos de batallar contra la realidad.
Decir   es ganar acceso a otra voz dentro de nosotros, en vez de la voz de nuestro quejosoego ventrílocuo. El  refleja nuestra verdadera naturaleza (naturaleza búdica), el testigo alerta y justo que hay en nosotros.
La realidad no accede a nuestros deseos o planes, sino que permanece absorta en su camino estrecho.
Estar en contra de la realidad nos causa sufrimiento. Por tanto estamos libres de sufrimiento si nos libramos de la influencia de unego entrometido.  De la creencia en la permanencia (de las cosas) resulta un aferramiento a ella que nos causa sufrimiento. Por consiguiente debemos abandonar la creencia en la permanencia. Al ego le gusta agarrarse y aferrarse (a las cosas) y el resultado es ansiedad y decepción. Por tanto, para poder ser felices dejamos de controlar. Dejar de controlar no es una pérdida sino una emancipación.
FE……………………….MIEDO
……….ESPERANZA……………
AVARICIA……………….AMOR
Veamos lo que nos dice la figura de arriba:
Nos encontramos ante dos ejes en los que vivir.
En el centro de los dos ejes se sitúa la ESPERANZA.
En el eje de la luz  vivimos con FE, ESPERANZA y AMOR.
En el eje de la obscuridad vivimos con MIEDO, ESPERANZA y AVARICIA.
En la columna vertical de la derecha vemos que el AMOR verdadero cancela el MIEDO.
En la columna vertical de la izquierda vemos que la FE hace innecesario aferrarse, es decir, la AVARICIA, ya que, como los gorriones, podemos confiar en que tendremos lo que necesitemos sin tener que acumular provisiones.
En la segunda línea horizontal, el AMOR, con su capacidad de confiar y soltarse, nos libera de la AVARICIA.
En la primera línea horizontal la FE, que también es confianza, nos libera del MIEDO.
La ESPERANZA, que puede ser negativa ó positiva, es el centro de todas nuestras inclinaciones. Negativamente, la esperanza puede mantenernos estancados o apegados. Positivamente, la esperanza es la confianza en que la obscuridad no es permanente, sino, más bien, un eclipse tras el que volverá la luz. La ESPERANZA es el don incondicional para  nosotros (como Pandoras curiosas y anhelantes), que vamos de un eje al otro tantas veces a lo largo del transcurso de nuestra vida. {p.43}
***
***
106.-  UNA PRÁCTICA ESPIRITUAL PARA LAS DOS MANOS
Soy consciente de que siempre tendré algún miedo. Pero mi conducta o mis decisiones no tengo que basarlas en el miedo. Puedo sostener en una mano mi miedo y en la otra mano sostener mi compromiso a no actuar ya basándome en el miedo. Esta combinación a dos manos parece más fácil que llegar a no tener ningún miedo.
Un ejemplo de esta práctica espiritual a dos manos es decir: “Puedo sostener con serenidad mi necesidad de una relación y no tener ninguna en estos momentos”.
Otro ejemplo: Pierdo mi trabajo y me siento deprimido y asustado. Pero también sé que tengo que buscar otro empleo. Puedo sostener en una mano mi situación de desempleado, con aceptación serena de la realidad de mi pérdida. Y, en la otra mano sostengo la búsqueda de empleo. Así es como mi depresión –un hecho dado en cualquier vida de vez en cuando– no se convierte en desesperación.
Sostener mis opuestos me aporta serenidad y valor.  Esta práctica espiritual para las dos manos combina el estilo de la presencia de mente con el trabajo psicológico de la autoestima.
Puedo estar en mi dificultad como testigo, no como demandante o juez:
<<Aquí estoy en esta situación, y estoy en ella de lleno, respirando en ella. Al mismo tiempo, soy consciente de que puedo afrontarla y pasar por ella sin quedar desolado. Puedo confiar en mi capacidad para no sentirme dramáticamente abrumado ni quedar estoicamente sin afectar. Sentir de esta manera mi capacidad me libera del miedo, ya que el miedo florece con la impotencia. Me imagino sosteniendo en una mano mi dificultad y en la otra mano mi fuerza para afrontarla. Una mano está presente con serenidad; la otra está trabajando valientemente. Cuando sostengo ambas realidades de esta manera, soy condescendiente con las cosas tal como son, y también estoy haciendo todo lo que puedo para mejorarlas. Según crece mi valentía para cambiar lo que se puede cambiar y mi serenidad para aceptar lo que no se puede cambiar, encuentro la sabiduría para saber la diferencia. Por ahora, afirmo que soy capaz e afrontar cualquier cosa que me suceda durante el resto de mi vida. He afrontado tantas cosas hasta ahora que sé que seré capaz de afrontar lo que quede. Y si necesito refuerzos, los encontraré. Nada pondrá mi vida patas arriba que me deje derrumbado[…]>>
Cualquier suceso que sostenemos con ambas manos combina la realidad con la esperanza de la renovación. Esto es lo que afrontar significa a veces.{p.45}
107.- MUERTE Y RENOVACIÓN
En el zen japonés, la naturaleza se entiende como algo integral con la iluminación. Según la visión ecológica de Buda las cosas naturales están interconectadas.
La verdad de la transitoriedad es visible en la naturaleza, ya que las cosas no dejan de cambiar.
Cuando notamos que las cosas existen tal como son y no necesariamente como queramos nosotros que sean, se hace evidente la verdad de la importancia de no tener apegos.
La mística Hildegard de Bingen (de religión católica romana) dice: “Todo lo que está en los cielos, en la tierra y bajo la tierra está permeado de conectividad y de inter-relación”.
A la mayoría de los hombres nos asusta la idea de la muerte, y nos rodeamos de personas y cosas que puedan ayudarnos a prolongar la ilusión de permanencia. Como nos asusta la pérdida, acopiamos y nos aferramos. Afrontar la realidad de los finales, el nuestro y el de otros, es una manera más de fomentar la visión espiritual. Nuestro final  como seres humanos es un retorno a la Fuente; es así como la naturaleza humana se repliega en sus orígenes. Como dice la reina Cleopatra, en el drama de Shakespeare, lo que imaginamos como meramente mortal resulta tener “anhelos inmortales”.
[…]
Decir  a la vida y a la muerte es trascenderlas. Puede que la inmortalidad sea una manera de describir esta dimensión de nuestro ser que no está delimitada por el tiempo, lo que Carl Jung llamó el Ser. Esto puede suceder cuando efectuamos la transición de vivir egocéntricamente a vivir cosmocéntricamente: nuestra vida más amplia en la bondad.  Ciertamente, puede que la inmortalidad sea lo que sucede cuando nos sumamos al proceso de la evolución y dejamos que su objetivo sea el nuestro. […]. {p.46}

¿Es nuestra creencia en una vida venidera ó en la reencarnación un dato del mundo arquetípico o un amortiguador contra el golpe del primer hecho de la vida (que la vida se acaba) ?  {p. 47}
Puede ser que la vida eterna no sea lo mismo que la vida venidera.  Puede ser que la vida eterna sea una vida más larga que lo que el ego puede llegar a comprender. ¿Puede ser que la vida eterna signifique entrar en la interconectividad y ser liberado de la ilusión de la separación? ¿Puede significar la vida eterna continuar regresando mediante renacimientos?
Recordemos la afirmación de Einstein de que la energía no se puede crear ni destruir. {p.47}
Un  incondicional tiene poder sobre la vida y la muerte. Esa es la fe que, paradójicamente, se hace más fuerte cuando aceptamos la muerte y dejamos lo demás de este inmenso universo del que hemos venido de alguna manera y al que volveremos también de alguna forma. Nuestra reabsorción en la inmensidad del ser puede ser un equivalente de la vida eterna. Entonces, la Vía Láctea se convierte simultáneamente en esposa, niño y madre. {p.48}
No sabemos los seres humanos cómo seguiremos viviendo o cómo será posible la promesa que se nos ha hecho de ser inmortales. Pero si asintiéramos afectuosamente al hecho inexorable de que moriremos, podríamos vislumbrar otra manera de vivir que se regocija valientemente en un sí a lo que es y a lo que será. Eso puede sentirse como la inmortalidad. Quizás la muerte sea entregar el reino del ego –y el cuerpo, su palacio—a la liga de estrellas y mares.
El cuerpo místico del universo reabsorbe nuestra energía y la redistribuye de acuerdo con el nivel de evolución que hayamos alcanzado durante nuestro breve, agitado y extático reino.
Sólo tenemos que confiar en la paradoja de la naturaleza: soltar cada instante y, no obstante, estar enteramente aquí y ahora.
Está contento quien accede a la mortalidad…; como el mar…; que en su rendición encuentra su continuidad”. ( El poema de Marianne Moore  “ ¿Qué son los años?”){p. 48}
Al decir sí a los hechos de la vida,
que pueda dar la bienvenida a las primaveras y a los inviernos de mi vida con similar gratitud, y que pueda ser siempre capaz de guiar y calmar a los que se aferran demasiado a la vida ó huyen de la muerte demasiado frenéticamente”. {p. 48}
***
(2)

#02 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

200.-
 LAS COSAS NO SIEMPRE SUCEDEN COMO LAS HABÍAMOS PLANEADO

{p.49} Hacemos planes esperando tener el control de lo que sucederá. Tememos que las cosas vayan en contra de nuestros deseos. Que la vida haga las cosas a “su manera” nos desafía a que dejemos de querer que las cosas vayan como queremos nosotros, es decir bajo nuestro control. Actuamos con precisión y autodisciplina  esperando que el mundo nos siga y nos de nuestra recompensa.
{p.50} La disciplina y control perfecto  es la manera de perder la alegría de vivir. Los hechos de la vida nos dan licencia para no ser perfectos.  Podemos fluir con el caos natural de la vida, desordenados,   impredecibles  ó podemos hacer planes cuidadosos para tratar de ordenar la vida por completo.
{p.50} Hacer planes es un  rasgo de ego sano. Sin embargo, la vida a menudo no procede conforme a nuestros planes. Esto no tiene que abatirnos.  Puede alborozarnos que algo espiritual, algo no conjurado por el ego, pueda estar en preparación. Quizás creamos que el universo tiene un plan que refleja nuestro destino emergente. Quizás creamos que no hay plan alguno….
{p.50} En nuestro compromiso de afrontar lo que suceda y sacarle el mejor partido radica nuestro bienestar. Dejemos que los hechos dados hagan que sigamos evolucionando.
Ser adulto significa que aceptamos los hechos de la vida tal como son, lo cual nos ayudará a aceptarnos a nosotros mismos tal como somos. Ser adulto es vivir con las condiciones de la vida, consintiéndolas gustosamente.
{p.50}Quizás no se nos pueda definir como bien ajustados psicológicamente o no tuvimos un desarrollo emocional sano. Tampoco hemos tenido una infancia, adolescencia o madurez perfecta. O no están dando fruto todas nuestras inversiones. Tampoco se hacen realidad nuestras esperanzas. Resulta que la vida es impredecible y no está a nuestra total disposición. Y esto precisamente lo podemos
hacer  grato y útil para llegar a ser personas con carácter, profundidad y compasión.  Por eso no podemos quejarnos de lo que nos depare la vida.
{p.51} En un mundo en el que no se puede conseguir que algo esté perfectamente bien, tiene sentido abandonar la necesidad de perfección. El libro Bhagavad Gita dice: “Incluso un pequeño progreso significa liberarse por completo del miedo”. Eso debería ser mi estilo de vida. Dejando la mayor parte del tiempo que las cosas sucedan como suceden y aprovecharlas lo mejor que pueda es ya perfectamente humano y eso es un logro supremo.
{p.51} La tendencia a  equivocarse y cometer errores no lo consideramos algo trágico.  Equivocaciones y errores son ingredientes del descubrimiento e indicadores para llegar a él. Nos muestran caminos que nos hacen más humildes, nos sobresaltan y nos señalan nuevos horizontes. No deben darnos remordimiento o vergüenza. Decimos  a nuestra imperfección y aceptamos nuestros errores. Y así aprendemos a no caer en los mismos errores la próxima vez.  Los errores no son señal de estupidez; son maneras de aprender. Recordar nuestros grandes errores es una manera de permanecer humilde, virtud que  florece del sí. La humildadnos lleva a admitir los errores y a hacer algo para subsanar cualquier cosa que hayamos hecho hiriendo a otros. Esa misma humildad nos lleva a abandonar los remordimientos.
(p.51) Sólo el ego comete errores. Ninguna de nuestras faltas, delitos o decisiones ignorantes afecta a la pureza inmaculada de nuestro Ser elevado, nuestra naturaleza búdica, nuestra consciencia  crística o cualquier racionalización que usemos para describir la vida superior en nosotros que transciende al ego.[…].
{p.52}Las cosas no son siempre como nos gustaría que fueran, ni los planes salen como querríamos. El hecho de que no tener el control significa que la actitud correcta ante la vida es rendirse a lo que es tal como es, de la manera que es, cuándo y dónde es. Podemos luchar con todas nuestras fuerzas por lo que se puede cambiar, pero con lo que no se puede cambiar sólo funciona la entrega. El hecho de que no tengamos el control y sucedan cosas que no hemos buscado ni planeado significa que hay fuerzas actuando que son más poderosas que nuestro ego. Este hecho es una intimación de la divinidad…. […].{p.52}
Lo divino es algo que está siempre activo para que podamos  cumplir nuestro  destino de ser
Prototipos únicos de amor y de sabiduría.  Lo divino es la fuerza vital del universo vivo que anhela articularse en todos nosotros. […].
{p.52}
***
201.- EL DISEÑO DE LA NATURALEZA
{p.54}En la naturaleza hay una trinidad: el mundo natural, la psique humana y la esencia divina; esta ecuación no es panteísmo, sino confianza en que la energía que anima nuestra humanidad es la misma que guía al universo.[…].
{p.54}Generalmente, ante el hecho de que la vida no sigue nuestros planes reaccionamos con desafío antagónico: miedo y deseo, disputa y culpa. Nuestro superego exige que todo salga como queremos y si no es así reaccionamos con lamentaciones que acrecientan nuestro sufrimiento.  Esto es lo opuesto a aceptar con humildad las condiciones de la vida tal como son. Decir sí a dejar que las cosas se desarrollen como quieran requiere una entrega humilde. Aquí nos encuentra la naturaleza, ya que semejante humildad nos acerca a la tierra. Es significativo que la palabra humildad proviene del término humus. Ser humilde no es rebajarse o mera modestia. Es la virtud de volver a la realidad. La humildad es un sí a las condiciones que hacen la vida a la vez tan difícil y tan apasionante. Esta combinación de opuestos se puede ver con diversión y así las cosas resultan más claras. Una buena práctica es buscar el lado humorístico de cualquier hecho dado que encontremos. {p. 55}
{p. 55}Cuando afrontamos un hecho de la vida como el de sentirnos impotentes, también nos ayuda la virtud de la humildad. Es el caso de un padre que se siente impotente para impedir la drogadicción de su hijo, en el que la aceptación ó sí incondicional a su impotencia, mediante la humildad, consigue la reducción del ego y el soltar sus exigencias. […]
{p. 55}La naturaleza –y nosotros– decimos conjuntamente un sí incondicional a una versión expandida de los cinco hechos dados.  Hay en la naturaleza un plan que no es totalmente cognoscible: la evolución. En el universo hay un orden y un equilibrio que coexiste con algo que está fuera del control humano: lo impredecible.
{56} …debemos preguntarnos en qué medida cada uno de estos hechos dados se aplican al estilo de nuestra vida particular}: {p.56}
01.- Todo cambia y pasa de una forma a otra.
02.- La materia (como el espíritu) no se crea ni se destruye, evoluciona y pasa por estaciones de inicio, crecimiento, cúspide, cosecha, muerte y renovación.
03.- El universo (como el alma humana) es tanto finito como infinito.
04.- De cómo son, se supone que son ó de cómo serán las cosas no tenemos una configuración fiable. Pero hay posibilidades infinitas e ilimitadas y esto es lo que da fuerza a nuestras almas.
05.- Los eventos no siempre se suceden según nuestra versión humana de órden.
06.- Todo está intrínseca y necesariamente interconectado.
07.- Todo está fervientemente interesado en llegar a ser lo que es, sin importar interferencias  y obstáculos.
08.- Todo está incompleto e inacabado, sino en obra en curso, especialmente nosotros los seres humanos.
09.- Todos los seres de la naturaleza estamos sujetos al tiempo en virtud del nacimiento y muerte.
10.-  Todos estamos evolucionando continuamente (debido al nacimiento y muerte), asumiendo lo nuevo y soltando lo viejo, para adaptarnos a las condiciones cambiantes del entorno.
11.- El pasado de las personas y de las cosas influye en su presente, pero no tiene por qué determinar el futuro.
12.- El amor, la sabiduría y la sanación son fuerzas motrices tanto en nuestra historia humana como en la del universo. Simultáneamente en la naturaleza hay fuerzas destructivas  que hacen posible la supervivencia humana.
13.- Cuando intuimos (ó sentimos ) que “está bien” una verdad del universo, estamos accediendo  al código arquetípico de nuestra humanidad, el cual concuerda con el código evolutivo del universo.
14.- El centro del universo (y de la psique) es un festín movible, y su circunferencia no se encuentra en ningún emplazamiento.
{p.57}
===
202.– NUESTRA VOCACIÓN
Esta es la verdadera alegría en la vida: ser utilizado para un propósito que tú mismo reconoces como poderoso, darlo todo antes de ser descartado como un desecho, ser una fuerza de la naturaleza en vez de un pequeño, febril y egoísta guiñapo de aflicciones y rencores que se queja de que el mundo no pone empeño en hacerle feliz.
GEORGE BERNARD SHAW
{p.57}Nuestra vocación universal como seres humanos es ser amorosos en lo máximo  posible. Nuestra prioridad está en cómo ó cuanto amamos y no en cómo ó cuanto nos aman. Esta vocación nos evita estar a merced de la reacción o de la opinión de otros sobre nosotros. Apreciamos que nos acepten, pero no lo anhelamos ni nos aferramos a ello. Nos duele el rechazo, pero no nos sentimos desolados. Nuestro foco de atención está en cómo amamos, no en cómo nos aman; en cómo damos, no en lo que podemos conseguir.
{p.58}Cuando cesamos de buscar seguridad en el control, el orden y las reglas infalibles, encontramos nuestra creatividad vital. […].
[…] Los seres se sienten atraídos hacia el Ser, y separados de él por el miedo y el deseo. El apego y la evasión nos mantienen a un paso de distancia  del borde del Ser, hacia el que se siente espiritualmente atraído  nuestro ser individual.  {p. 59}
Los Upanishads  proclaman nodualmente, diáfanamente, implícitamente está en nosotros esta vida mayor: “Este supremo espíritu no-nacido de la humanidad, que no envejece ni muere, es el mismo que el espíritu del universo, y esta percepción es nuestro refugio ante cualquier miedo”.  Con Hamlet, tememos “las flechas y pedradas de la áspera fortuna”. Pero el miedo desaparece cuando nos damos cuenta de que no hay ningún afuera desde el que puedan ser lanzadas.
{p.59}Insistir en que las cosas sean diferentes a como son es causa de nuestro sufrimiento.
Cuanto más nos damos de que el universo no respeta nuestros deseos, más importante es para nosotros diseñar un programa para afrontar todo lo que pueda suceder: Es un incondicional  a todo lo que es, fue o será.
{p.60}
203.- LA VIDA MAYOR
{p.60}Para poder ver el tema que estamos explorando —las cosas no siempre suceden como la habíamos planeado—en contexto con los cinco hechos dados, vamos a considerar lo siguiente:
El hecho dado  Todo cambia y acaba”
evoca el arquetipo de la renovación, expuesto en el tema mítico de la resurrección. Renunciar a querer que las cosas sigan igual, aceptar el cambio y las vicisitudes humanas… es renacer a un mundo espiritual. El hecho de la renovación nos ayuda contra la desesperación, refuerza nuestra creencia de que nunca perderemos la esperanza en el potencial de redención de algo o de alguien.
El 2º hecho dado Las cosas no siempre suceden como las habíamos planeado evoca el arquetipo de la sincronicidad, que se revela en las coincidencias que sentimos como significativas. Decir  a este 2º hecho dado  es confiar en que el universo tiene un plan y que las cosas tienen  un desarrollo que posibilitará que nos convirtamos en los seres que estamos destinados a ser. Este es el concepto budista del karma. El hecho de que las cosas sucedan más allá de nuestro control y nos lleven a nuevas vistas significa que ha empezado a actuar la gracia. La gracia es la energía espiritual que coopera con nuestra expansión y despierta nuestra imaginación. Por tanto,  descubrimos espacio para algo más que nuestros planes personales. Nos sentimos  conmovidos por ideales y aspiraciones que nos muestran un camino para trascender al ego. […].
En los propósitos del universo y en los nuestros hay una unidad que hace que nuestras aspiraciones sean indicadores de la dirección de la evolución. Nuestros deseos, valores y necesidades más profundos son la manera en que el universo aspira y logra su empuje evolutivo. El universo nos necesita para expandir su conciencia. Por eso, nuestro logro espiritual más alto es participar en la evolución.
El  hecho dado 3º “La vida no siempre es justa” es el arquetipo del karma como consecuencia de decisiones obscuras, con la posibilidad de la expiación y el perdón en su secuencia. Cuando aceptamos este tercer hecho dado, aceptamos la sombra arquetípica, el lado obscuro de la vida, de los sucesos y de la gente. Este lado obscuro reside en todos nosotros y prolifera proyectando el mal en otros  y negándolo en nosotros mismos. La sombra es un hecho dado de las personas y de las instituciones. Seríamos muy ingenuos si esperamos que sólo existan integridad, justicia y amor. Pero hay que trabajar por estas cosas.
Las desventuras que nos suceden en la vida cotidiana nos llevan a descubrir y sentir (el significado del karma) que todas las acciones tienen consecuencias, algunas imposible de prever. Asumimos el sí incondicional y consciente cuando aceptamos que todo es como necesita ser, una serie de causas y efectos kármicos desconcertantemente impredecibles. El karma es otro ejemplo de interconectividad. Todo lo que nos sucede es idóneo y cuando lo reconocemos vemos por fin su belleza y sentimos seguridad. No nos puede suceder nada que sea ajeno a la historia de lo que somos. […]. Dejemos de refunfuñar y aceptemos la realidad tal como es, confiando en que es la configuración que nos puede hacer avanzar. Cuando creemos en la conectividad, no sentimos que haya división entre nosotros y lo que nos sucede. Esta es la base de nuestra confianza.  {p.62}
El  hecho dado 4º “El dolor forma parte de la vida” evoca el arquetipo de la redención.  Si sobrellevamos  el sufrimiento necesario y disipamos el sufrimiento autogenerado, podemos acceder a un valor más alto que lo que puede pagar el ego, y podemos así estar libres de miedo y abiertos a los retos del amor.
Para acceder a esta forma de redención debemos dejar de quejarnos y reconciliarnos con la vida tal como es. Estar redimido significa que aunque sintamos miedo y deseo, ya no somos detenidos o guiados por el miedo y el deseo.  Sentimos miedo y deseo como hechos dados de la vida. Nos podemos sentir asustados e insatisfechos, pero no tenemos que ser guiados o detenidos como resultado de ello.  Sin embargo, mediante nuestra confianza en que hay un significado en nuestro sufrimiento, ya no estamos a merced del miedo o del deseo.  Notemos, además que en las condiciones de la existencia es fundamental tener confianza. La confianza nos ayuda a encontrar ánimo, no importa lo obscuros que se vuelvan   los hechos dados de la vida. {p.63}
El hecho dado 5º “la gente no es siempre amorosa y leal” evoca el arquetipo del amor incondicional.   En este hecho dado, la “gente” es nuestra familia, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos y todas las personas que hay en nuestra vida. Si en nuestras relaciones con la gente sentimos dolor, mediante este dolor podemos crecer y aprender a hacernos más fuertes.  No nos desencantamos de los demás, sino, al contrario, somos indulgentes con sus errores. No permitimos que los demás nos aplasten o pasen por encima,  pero seguimos amándoles. Nos atrevemos a amar, no importa lo que pase. Nuestro amor es incondicional, pero al mismo tiempo nuestro compromiso con lo que estamos dispuestos a hacer por los demás está sabiamente adecuado a nuestros propios límites. […].  {p.63}.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
204.- TODO SE EQUILIBRA EN EL AMOR

{p.64}Nuestros planes personales funcionan mejor cuando se alinean con un plan mayor; cuando vivimos también para el mundo y no sólo para nosotros y las personas que amamos. La bondad fomenta esta sensibilidad al afecto universal. Expandimos nuestra estima  más allá de nuestro ámbito hacia el universo. La naturaleza hace que cada especie apoye a las demás. […].
Sin embargo, el equilibrio en la naturaleza no es siempre armonioso. Incluye espacio para la confusión y el desorden ocasionales. También en nuestra  propia vida notamos ese caos, aunque hayamos tenido devoción por las prácticas espirituales y  afán en nuestro trabajo psicológico. A pesar de todo, hay en nosotros una energía, una fuerza vital que nunca se agota y sobrevive al tumulto de la vida. Este “algo” es la energía que nos contiene a nosotros y al universo.  Esta fuerza vital perdura en  nosotros, a través de nosotros y más allá de nosotros, indemne e integral […].
{p.64}Hacemos el esfuerzo de involucrarnos en prácticas espirituales, y entonces se producen cambios que nos llevan más allá de las limitaciones de nuestro ego. Estos cambios son gracias adicionales, personificadas por las fuerzas auxiliadoras en las historias de héroes. En la mayoría de los cuentos, el héroe o la heroína sólo desempeña su tarea con la ayuda de fuerzas benévolas; por ejemplo, en El mago de Oz, a Dorothy le ayudaron el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león. […]. Las fuerzas auxiliadoras convierten al ego asustado en un paladín del amor, y al ego ignorante en un ego sabio como guía, y al ego doblegado en un taumaturgo. Entonces la naturaleza sostiene al ego con ternura, el ego se relaja y se deja sostener. Ese es el significado y la promesa del equilibrio de persona y mundo, de ego y arquetipo, de energía humana y divina. […].
{p.65}La razón por la que el amor destierra al miedo es que el amor  crea el sentimiento de seguridad. Cuando actuamos con amor nos sentimos tan bien  con nosotros mismos que surge el valor. Descubrimos la ecuanimidad para sentirnos a gusto con hechos dados que anteriormente nos asustaban. Estos hechos dados nos reportan dones del Ser universal no condicionado, tales como creer en nuestros poderes y sentirnos cómodos con ellos, dejar de intentar tener el control, practicar la bondad […]. {p.65}

(3)
Publicado por klypeus en 23:00   

# 03 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

03.-
LA VIDA NO SIEMPRE ES JUSTA
…67…81
{p.67}El tercer hecho dado (“La vida no siempre es justa”) desafía  nuestra habilidad de afligirnos por las pérdidas asociadas con las injusticias. Este es nuestro trabajo psicológico. También nos desafía a no vengarnos de quienes nos han herido. Esta es nuestra práctica espiritual. Ambas cosas juntas equivalen a un incondicional a la ley de que las cosas no siempre son justas: ganas algo; pierdes algo.
El desafío es afrontar nuestras pérdidas con bondad, comprometernos a actuar y pensar cariñosamente sobre los demás, especialmente cuando colman nuestra paciencia ó actúan de forma hiriente contra nosotros. Cultivar la bondad cuando la gente nos trata injustamente nos ayuda a abrir el corazón cuando nos hieren. Estar abiertos no significa que permitamos ser víctima de abusos. {p.67}
[…] Cuando los demás nos tratan injustamente, pedimos un desagravio, una compensación, y si esto no funciona, nos olvidamos del tema, y nuestro corazón no se cierra. El “olvidarse del tema” tiene el efecto de abrir el corazón.{p.68}
¿VENGANZA O RECONCILIACIÓN?
Es un hecho dado del pozo genético del Homosapiens vivir en la fijación predefinida del desquite.
Para superar este impulso natural del desquite se requiere práctica espiritual y remodelar nuestro ego. Vengarse va en contra de las enseñanzas de los santos y de los budas. La práctica espiritual que funciona es la bondad: unsí consciente, la compasión, la comprensión, la creencia de que todos los seres humanos son redimibles y un compromiso con la reconciliación. La bondad nos libera del instinto vengativo del ego.
Lo opuesto a desquitarse es reconciliarse y esto produce intimidad entre la parte herida y la parte hiriente. […].  El diálogo es la alternativa a la retirada o al desquite. La desesperación acerca de los demás es el verdadero origen de la venganza y es además una pérdida de nuestro sentido de conectividad. {p.69}
El arrepentimiento es contrición, desagravio y compromiso con no repetir la ofensa. Ante el arrepentimiento genuino nuestro instinto es perdonar. Nuestro ego maligno es la causa de no mostrar compasión o perdón. Nuestra mente y el cuerpo son dañados por la injusticia de los demás, pero con nuestra propia venganza se daña nuestra alma.  Por eso dijo Sócrates que “es mejor  sufrir una injusticia que cometerla”.
[…]. Con la práctica espiritual, nuestra actitud ante el agresor se convierte en compasión por la dimensión de sufrimiento que conlleva su agresión.  Esta respuesta sirve también para calmarle. En el arte marcial del aikido el objetivo no es dañar al oponente, sino reorientar y transformar su agresión y, en último término, ayudarle a que se dé cuenta de que su violencia no surte efecto.
{p.70}En un mundo que no es el actual en que vivimos, en una sociedad animada por la consciencia espiritual, el deseo de desquite se substituye por el deseo de restauración. En ese mundo todo el mundo es responsable y se le pide que subsane el daño que ha hecho, pero no se castiga a nadie, ya que la restauración es la verdadera compensación.
Seguidamente vemos las diferencias entre lo que el desquite intenta (D) y lo que la restauración procura (R):
D: castigar al malhechor ó malvado.
R: tratar de aliviar la ignorancia del malhechor.
D: satisfacer la venganza social.
R: la armonía.
D: librarse de una persona peligrosa y perturbadora.
R: corregir y luego reincluir.
D: mantener la creencia  en un infierno (eterno) y de un cielo.
R: generar la creencia en un purgatorio o en la reencarnación (temporal) y el cielo ó nirvana.
{p.71}
¿POR QUÉ SUFREN DAÑO LOS INOCENTES?
{p.73}
Cuando alguien se pregunta “¿Por qué sufren los inocentes?”, implícitamente se presupone que los culpables deberían sufrir o ser castigados. La venganza está  muy arraigada en la psique colectiva, pero generalmente, nuestro ego pretende que si fuera culpable, con él se haga una excepción e incluso se llega a enfurecer si se le requiriera pagar por sus ofensas.
Otra manera en que en la psique colectiva se manifiesta el desquite es la noción de culpa.
La palabra latina poenitere (sentir pesar, penitencia) está relacionada con la palabra latina poena (castigo).
Desde tiempos antiguos se ha establecido
que quien obra mal debe ser castigado.
Esta creencia en la venganza de los dioses enojados por haber sido ofendidos por nuestro obrar mal es la base del castigo.
Sin embargo, a pesar de nuestras demandas de justicia, vemos que tanto los inocentes como los culpables sufren unas veces y en otras experimentan felicidad.
La cuestión ó pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento puede ser respondida con más nivel de consciencia si consideramos que Dios también sufre, si entendemos que Dios no es el ser supremo y separado de todos los seres, sino que más bien puede que sea la base profunda y la realidad de todo el universo. En la imagen de Jesús en la cruz está representada la visión arquetípica del Dios doliente que sufre.
El verdadero misterio no es por qué Dios permite el sufrimiento, sino <<¿Qué poder  evolutivo debe tener el sufrimiento que incluso Dios participa en él?>>
{p.74}
EL ARTE DE DOMAR AL EGO

{p.75} Nuestro ego odia todo lo que se opone a  lo que considera su derecho a la fama, la fortuna, la salud, la felicidad y la invencibilidad.  El ego neurótico tiene: Miedo, Apego, Control, Exigencia. Estos son
los motivos que propulsan el ego y son la causa de nuestro sufrimiento.
Mediante el compromiso espiritual el miedo se puede reemplazar por el amor; el apego por el desprendimiento; el control se puede mitigar y así dejar que pasen las cosas; la exigencia se puede convertir en trabajo por la justicia, sin odio o desquite. Este ego remozado ya no odia a nadie. Una persona  psicológica y espiritualmente sana no odia. {p.75}
El ego es un caballo salvaje que puede ser domado por una consciencia más elevada, por la mente búdica, el estado gozoso de conciencia y apertura, de consciencia no-dual, que es nuestra verdadera naturaleza. En algún momento, el domador de caballos (la iluminación) muestra que no puede ser descabalgado y en ese momento, el caballo altivo (el ego) se da cuenta de que está luchando  contra su propio propósito vital. […]. Entonces domador y caballo trabajan juntos como aliados.
En nuestro ego, la energía que hay en su miedo, se convierte en excitación ante los desafíos y en cautela ante los peligros.
La energía de su apego se convierte en compromiso. La energía de su control, en la habilidad de hacer las cosas. La energía de su exigencia, en un sano sentido de la justicia que trabaja por lo que es correcto, pero nunca se rebaja al desquite como solución.
Para facilitar esta transición y como práctica espiritual, para convertir el ego neurótico en el ego sano, digamos, por ejemplo, diez veces a:…
1,- nos volvemos transparentes y no tratamos de aparentar buena imágen.
2,- aceptamos, en vez de rebatir, cualquier condición de la existencia….(hacer cola pacientemente, aceptación de la muerte de un niño,…etc).
3,- actuamos justamente en nuestras relaciones y trabajamos por la justicia en la sociedad.
4,- …Perdonamos a los demás y buscamos vías de conciliación.
5,- abandonamos las expectativas de permanencia… por ejemplo, en la integridad absoluta de nosotros mismos…o en la equidad de los demás…
6,- admitamos nuestras equivocaciones –presentes y pasadas– y reparemos el daño. Así evitamos tener remordimientos y nos mantenemos humildes.
7,- sintamos compasión por las personas inocentes que sufren…
8,- no practiquemos el odio…
9,- …seamos fieles a nuestro trabajo psicológico y a nuestra práctica espiritual.
10,- veamos los hechos de la vida como una oportunidad, …como un regalo y una puerta.
Estamos agradecidos y cruzamos el umbral.{p.77}
COMPROMISOS MÁS ALLÁ DEL EGO…77
{p. 77}
UNA RESPUESTA CONSCIENTE A LA INJUSTICIA
{p.79}…

{p.80}Con un sí consciente nos ponemos en contacto con la mente búdica, la consciencia crística, el poder supremo, que no está agobiado por la justicia ó la injusticia, la ganancia ó la pérdida, el éxito ó el fracaso, la fama ó el olvido, la abundancia ó la escasez, la alabanza ó la culpa, el placer ó el dolor, la alegría ó la tristeza, el premio ó el castigo, la vida ó la muerte.
Nuestro compromiso de aceptar el presente tal como es, de permitir toda su trayectoria y con vivir en el presente plenamente, convierte los hechos dados de la vida en gracias.  Los cambios y los finales se convierten en visiones de la realidad de la transitoriedad, para poder soltar con más facilidad lo que se va. La falta de justicia nos hace más fervientes en la lucha por la justicia. nuestro sufrimiento nos lleva a ser compasivos con el sufrimiento de los demás. La deslealtad o falta de amor de otros nos trae el don del llanto y nos lleva a la práctica de la bondad. Nuestro sí incondicional al presente  convierte al presente en un regalo abierto.
***
Que pueda ser justo en mis relaciones
y generoso cuando doy, y
que pueda pedir justicia a otros,
pero no exigirla o castigarles si no me la muestran.

Publicado por klypeus en 22:56   
(4)

# 04 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

04.-
 EL DOLOR FORMA PARTE DE LA VIDA
…83…103
Un hecho de la vida es que todo tiene un precio, y el sufrimiento forma parte de ese precio. […] …el dolor no es un castigo y  el placer no es una recompensa. Son simplemente aspectos de cualquier existencia.
Sufrimos físicamente, psicológicamente y espiritualmente, y crecemos de esas mismas maneras. […]. El sufrimiento no es impuesto, sino más bien inherente a la naturaleza misma del cambio, otro misterio que el ego sigue desechando.
[…]
{p.84}Los hechos dados se convierten en causas de sufrimiento cuando insistimos en rechazarlos o cuando nos derrumbamos al hacerles frente.
¿SOMOS VÍCTIMAS?
{p.88}El hecho de la transitorialidad nos da la esperanza de que volveremos a levantarnos.
Incluso el héroe más osado es derrotado a veces y tiene que depender de otros para que le rescaten; de otros que pueden o no tener éxito en su cometido. […] Aprendemos a depender de otros, […], y de esta manera reconocemos nuestra interconectividad.
[…][Un adulto sabe que a veces es inevitable ser victimizado en la experiencia completa de la vida. A veces,  los demás se aprovechan de nosotros, nos timan, nos traicionan, nos engañan, nos dejan fuera de combate. […] Todo arquetipo humano, incluido el de víctima, es legítimo en un momento u otro, una vez que somos suficientemente humildes como para aceptar el hecho de que a cualquiera de nosotros  puede suceder cualquier cosa.
{p.89}
Un adulto evolucionado espiritualmente no busca una respuesta, sino un significado, pues lo que nos desconcierta  y es duro de soportar es lo indefinido. […].
C.G. Jung escribió “El significado hace que las cosas sean soportables”.  Esto nos sugiere que debemos decir  a todo lo que nos sucede. La mística Santa Teresa de Ávila dijo: “Cuando aceptamos lo que nos sucede y le sacamos el mejor partido, estamos alabando a Dios”. De modo que el sí es una oración que nos libera y nos transforma. El sabio hindú Govinda añade: “Somos transformados por lo que aceptamos. Transformamos lo que hemos aceptado comprendiéndolo.” Así pues, el desafío adulto es creer que hay un diseño que quiere manifestarse en nuestra vida a pesar de que todo lo vemos como fortuito y descuidado. […]
{p.90}

UN SÍ AL DOLOR QUE TRAE LA NATURALEZA
La historia de la iluminación de Buda nos transmite el hecho de que el dolor y la obscuridad forman parte del orden natural de las cosas, y esa naturaleza es un aliado en nuestra tarea de afrontar directamente las realidades de la vida. […].
Amar la naturaleza no significa tener que disfrutar todas sus vicisitudes y estados. Pero sí significa honrar y respetar todas las estaciones y posibilidades.
Este respeto toma la forma del sí aceptar simplemente los aspectos dolorosos o desagradables del mundo natural como necesarios e ineluctables. Esto significa hacerse amigo de lo obscuro en vez de temerlo u odiarlo. […].
Podemos pronunciar un sí incondicional, consciente, a las variedades de luz y de obscuridad de nuestra existencia planetaria sin queja ni vacilación. Mantener un mundo dividido, malo y bueno, significa que, como consecuencia, nos dividimos a nosotros mismos en miedo al mundo malo y deseo del mundo bueno. Aceptar la realidad como integrada, conteniendo todos los opuestos y reconciliándolos, es estar libre de los grilletes del miedo y del deseo. Así es como la cordura y la claridad psicológicas pueden ser ocasiones para el despertar.
{p.92}

PERMANECER CON EL SUFRIMIENTO DE LOS DEMÁS
La meditación de la presencia de mente tiene que ser una práctica diaria. Hay dos topos de meditación: La primera, meditación de concentración, es en la que prestamos atención a una idea, objeto o imagen permaneciendo en calma, es decir, sin ser interrumpidos o dirigidos por disposiciones mentales del ego, tales comoel miedo ó el deseo. La segunda es la meditación de la presencia de mente, en la que no nos concentramos en un objeto externo, sino simplemente notamos momento- a-momento la actividad de nuestra mente. Observamos la cháchara en curso que hay en nuestra cabeza y nos damos cuenta de cómo puede hacernos creer que somos un yo separado. Somos ciertamente seres distinguibles, pero cuando nos apegamos obsesivamente a ese hecho, perdemos de vista
que estamos interconectados y, en últimainstancia, no separados de una manera fija, final e independiente. La presencia de mente revela nuestra verdadera naturaleza en la naturaleza. […]
{p.94} La presencia empática significa escuchar el dolor de alguien con  atención, aceptación,aprecio, afecto y autorización. Prestamos atención sin distraernos. Aceptamos lo que se dice sin editar, añadir o borrar. Sentimos un afecto genuino acerca de lo que a esa persona le ha sucedido o podría sucederle.  Le permitimos todos los sentimientos, silencios, rollos mentales, sin tratar de culparle, pararle o criticarle.  […].
{p.95}
CUANDO DAR ÁNIMOS NO FUNCIONA
[…]
La paradoja es que entrar más a fondo en la desesperación permite acceder a la esperanza, entrar íntegramente en el dolor permite acceder a la recuperación, entrar por completo en la obscuridad te abra a la luz. Una situación difícil aceptada incondicionalmente se convierte en un umbral a lo que viene a continuación. El “o esto… o eso” se transforma en “esto …y eso”.
[…]. ¿Cómo? Ya no nos lanzamos al territorio inexplorado de cualquier estado de ánimo o dolor con el estandarte de la esperanza, declarando que lo tenemos bajo control.
Simplemente permanecemos en nuestra propia verdad y la del otro, y esa fidelidad crea el ambiente en el que puede producirse la transformación.


[…].
{p.99}
EL VACÍO  FERTIL {p.99}
El poeta romano Ovidio  escribió: “¿No ves que el año tiene cuatro partes imitando el curso de tu propia vida?” Las estaciones de la naturaleza reflejan los períodos de luz y obscuridad de nuestra propia vida. Esperar la primavera permanente no es una manera adulta –o natural– de vivir en el tiempo. El año comienza con la primavera, en la que aparece nueva vida en las plantas y los animales. En el verano, esta vida está en plena floración mientras los animales nacen o están creciendo y los frutos están madurando. En el otoño, el crecimiento abundante está listo para ser cosechado. En el invierno, todo entra en un estado inactivo o sereno y no productivo mientras muchos animales hibernan. En la primavera siguiente, todo vuelve a la vida cuando recomienza el ciclo.   El dolor y la terminación caracterizan cada fase, así como la alegría y la renovación.
Del mismo modo, en nuestra vida experimentamos las cuatro estaciones: novedad, plenitud, cosecha y reposo, y luego todo vuelve a comenzar.[…].  El final es la garantía necesaria para la resurrección. Puede que tengamos que morir de muchas maneras para poder vivir de nuevas maneras.
[…].
{p.103}
Publicado por klypeus en 23:37   
(5)

# 05 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

05.-
LA GENTE NO SIEMPRE ES AMOROSA Y LEAL
[Ver en el capítulo 2 de “cinco cosas que no se pueden cambiar”,  una mención del arquetipo del amor incondicional, como consecuencia de que “la gente no siempre es amorosa y leal”.  pág. 63, ]
Algunas personas nos tendrán simpatía y a otras les caeremos mal; algunas cuidarán no herir nuestros sentimientos y otras nos pisotearán. Si aceptamos esta variedad de actitudes como un hecho dado es poco probable que dejemos que las reacciones de los demás determinen nuestro crecimiento personal. Nuestra práctica espiritual es un sí sincero al espectro completo de las respuestas humanas que encontraremos en el transcurso de nuestra vida. Esto nos libera de tener que sentirnos mal con nosotros mismos ó juzgar a otros porque no nos aman. Ningún ser humano ha sido nunca amado o tratado con respeto por todo el mundo. Esto es un simple hecho de la vida. Entonces percibimos conscientemente las reacciones de los demás para con nosotros y seguimos amando y respetando a los demás, pase lo que pase. Nuestra capacidad de amar sobrevive indemne.
Podemos considerar dos tipos de ofensas o heridas: intencionales y consiguientes. Por ejemplo, un hecho dado de iniciar una relación (sentimental) es que cualquiera de las dos partes puede terminarla o romperla. La herida intencional es cuando alguien nos despide o abandona de manera cruel y desconsiderada. Esto nos causa tristeza, y en la consciencia espiritual sentimos dolor sin hacer ningún plan para desquitarnos. La herida consiguiente ocurre como resultado natural e inevitable de sucesos y de decisiones razonables. Por ejemplo, nuestra pareja sentimental termina nuestra relación de una manera respetuosa. La relación no estaba destinada a continuar. Sentimos dolor, pero es un dolor consiguiente, no un dolor intencional, y esto nos lleva a sentir pena y seguir adelante.
A veces, nosotros herimos a otros. Si lo hacemos intencionalmente, sentimos culpa, lo cual es señal inherente de que debemos disculparnos y dar alguna compensación. En cambio, no nos culpabilizamos si nuestra ruptura de la relación sentimental está justificada por tratarse de una relación malsana. Encontramos la manera de separarnos con amabilidad y no con acritud, y permanecemos disponibles para compartir la pena de nuestra pareja durante un  tiempo determinado.
Al progresar psicológica y espiritualmente nos damos cuenta de que aunque algunas personas actúan deshonestamente; otras son hipócritas, pero no respondemos con desquite ó condena.  Si podemos, evitamos que otras personas sean deshonestos o agresivos con nosotros. Si no podemos evitar tales ataques, pedimos un desagravio y, si no surte efecto  nada de lo que hagamos, entonces nos olvidamos del asunto.
[…]
No permitamos que las ofensas de los demás nos afecten tanto que perdamos nuestra capacidad de amar. {p. 106}
{p.107} Cuando otras personas no nos aceptan o nos menosprecian, rechazan o ignoran, es perfectamente natural que nos sintamos heridos. Nuestra tarea como psicológicamente adultos y sanos es sentir el dolor en vez de escapar a él.  Nuestra práctica espiritual es sentir el dolor en vez de desquitarnos. Si sentimos el dolor muy intensamente podríamos preguntarnos si nuestro ego ha manifestado su rostro exigente y perentorio. En este caso, podemos mirar nuestro “semblante” en el espejo y decir:
MIEDO:  Tengo miedo a enfermar y no sobrevivir si no soy amado. Así es como me vuelvo una fuente de sufrimiento contra mí.
APEGO:  Siento apego a una específica versión de lo que me merezco. Así es como me vuelvo una fuente de sufrimiento contra mí.
CONTROL: Necesito tener el control de la reacciones que causo a los demás. Así es como me vuelvo una fuente de sufrimiento contra mí.
EXIGENCIA:  Creo tener derecho a exigir amor y lealtad a algunas personas (versión personal) [a “todo el mundo”, versión de David Richo]. Así es como me vuelvo una fuente desufrimiento contra mí.
ESTOY SOLTANDO EL MIEDO, mostrando más amor y encuentro emoción en los desafíos de la vida.
ESTOY SOLTANDO EL APEGO a mi versión de cómo deberían tratarme los demás y acepto el hecho de la vida de que todo el mundo será
Amoroso, sincero, honesto, cariñoso o leal.
ESTOY SOLTANDO EL CONTROL y dejo que los demás me amen o me tengan aversión según les parezca.
ESTOY SOLTANDO MI EXGIENCIA insistente en ser amado y respetado por todo el mundo y,
elijo centrarme en ser amoroso y respetuoso con todas las personas con las que me encuentro. Esto es lo que me importa ahora.
Soy consciente de que yo mismo tampoco soy amoroso y leal todo el tiempo….
EL INFLUJO PERDURABLE DE LA INFANCIA
{p110}La confianza en uno mismo comienza en los momentos más tempranos de nuestra vida. […].  Es un poderoso hecho de la vida que la infancia continúa ejerciendo un prolongado influjo sobre nuestras decisiones, tanto individualmente como en las relaciones con los demás. […] Seguimos anhelando una o las cinco aes (cinco cualidades básicas del amor genuino) que representan nuestra infancia y que necesita la intimidad adulta: atención, aceptación, aprecio, afecto y autorización. {ver pág. 39}
&&&
Soy siempre consciente de que yo tampoco soy amoroso y leal todo el tiempo. {p. 108}
Algunos no recordamos lo que nos sucedió en la infancia. No recordamos del todo cómo nos trataron hasta que nuestra pareja nos trata de la misma manera que nuestros padres. […]. {p.111}


CUIDATE DE TÍ MISMO CUANDO TE ABRAS A OTROS…111
En un hecho dado de las relaciones con los demás puede ocurrir que no nos lleguen consistentemente ó en el grado que desearíamos las cinco aes (atención, aceptación, aprecio, afecto y autorización).
En la relación con nuestra pareja una  aceptación ó  incondicional a este hecho dado,nos ayudaría a abandonar una mentalidad de ilusiones propias de cuentos de hadas y nos elevaría a tener una comprensión adulta. Cuando aceptamos benévolamente las insuficiencias de los demás, empiezan a cambiar nuestras propias necesidades. Ajustamos nuestras necesidades a los recursos que realmente nuestra pareja puede aportar. Paradójicamente, cuando reducimos nuestras expectativas poco realistas, nuestra pareja se siente menos presionada y se expande, de modo que recibimos más satisfacción a nuestros anhelos; a veces, la aceptación de la realidad puede contribuir a que cambie la realidad.
Nuestro reto adulto es encontrar dentro de uno mismo lo que necesitamos en cuanto a las cincoaes.  Ser capaces de dar y recibir las cinco aes.  Se trata de encontrar recursos internos en la parte de uno mismo que está comprometida con emprender prácticas espirituales, y no en la parte menesterosa de uno mismo, la que aparece durante una crisis o en un momento de desesperanza. Podemos aprender a confiar que tenemos interiormente un recurso sano, sabio y nutriente. De hecho, cuanto más sabemos lo que realmente queremos, menos desesperadamente lo necesitamos. Esto sucede porque crece nuestras autoestima, confianza y claridad.
Estas son algunas prácticas útiles:
{p.112}

LOS HECHOS DADO DE LAS RELACIONES ADULTAS…115
Cuando aceptamos el hecho de que la gente no es siempre amorosa ó leal, damos un gran paso para ser adultos en nuestras relaciones. Pero hay más hechos dados que en las relaciones adultas también requieren el  de la entrega. De la siguiente lista de hechos dados,
con unos y otros te sentirás más o menos cómodo. ¿A cuales dices  fácilmente y con cuáles discutes?:
{p.115}


COMPRUEBA TU RESPETO A TUS LÍMITES EN UNA RELACIÓN DE PAREJA…118
Como adultos, nuestro amor es incondicional, pero nuestro compromiso está condicionado por el grado de cooperación de nuestra pareja.
Señalamos en primer lugar (A) los casos de relación como un acomodo, cuando se renuncia a los límites; en segundo  lugar (B), los casos de relación como una negociación, cuando se mantienen los límites.
  1. a)Rompo compromisos con amigos porque la persona más importante está disponible.
  2. b)Preveo mi agenda cooperando con los  demás, pero respetando mis planes y necesidades.
  3. a)Resistir es mi principal inquietud y no noto lo infeliz que me siento.
  4. b)Reconozco cuándo estoy feliz y cuando estoy infeliz.
  5. a)Hago más por cada vez menos.
  6. b)Hago más cuando hacer más da resultado eficaz.
  7. a)Para tener autoestima buscas la aprobación de los demás.
  8. b)Mi autoestima no sufre por las críticas de los demás, que tomo como información.
  9. a)Tengo esperanza de que algo cambie.
  10. b)Soy optimista porque trabajamos por el cambio.
  11. a)Estoy satisfecho si puedo seguir aguantando y sobreviviendo.
  12. b)Estoy satisfecho si estoy prosperando.
  13. a)Soy accesible por los halagos y asi pierdo objetividad.
  14. b)Aprecio los comentarios de otros pero no permito ser manipulado.
  15. a)La otra persona me afecta tanto que me obsesiono con ella.
  16. b)La conducta de mi pareja me afecta lo normal y la tomo como información.
  17. a)Mi pareja me causa excitación.
  18. b)Mi pareja estimula mi excitación.
  19. a)Cuando me siento herido o victimizado no me atrevo a mostrar mi enfado.
  20. b)Me permito sentir ira y empiezas a elaborar un programa de mejoría.
  21. a)Actúo motivado por la docilidad, el acomodo y el apaciguamiento.
  22. b)Actúo motivado por los acuerdos y la negociación.
  23. a)Hago favores (a los que me resisto interiormente) motivado por la obligación o por sentirme en deuda.
  24. b)Hago favores motivado por libre decisión y no me pueden hacerme sentir culpable; puedo decir que no.
A
  1. a)Me siento culpable (sin serlo, a veces), incluso si ya me he disculpado y hecho reparación.
  2. b)Estoy satisfecho y ya no estoy resentido si ha habido una disculpa y reparación.
  3. a)Generalmente estoy asustado y confuso.
  4. b)Generalmente me siento seguro y claro.
  5. a)Nunca creo haber dado suficiente.
  6. b)Doy generosamente y luego me olvido del tema.
  7. a)Traiciono mis pautas morales para agradar o no perder a alguien.
  8. b)Mantengo mis principios con consistencia.
a)Arriesgo mi salud física.
  1. b)Protejo mi salud en todas las circunstancias.
EL AMOR SIN EGO…122
Aceptar el amor que pueden darnos los demás significa dejar de exigirles más. Apreciamos el amor incondicionalmente, en cualquier forma o cantidad que llegue. A la vez, no nos comprometemos con alguien si el amor que nos ofrece es inadecuado. […]
El amor incondicional sucede mejor en un contexto de plenitud que en uno de necesidad.
Semejante abundancia interna se desborda espontáneamente a las cinco aes (atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización)que son un medio para estar abierto. Y cuando me doy las cinco aes a mí mismo, crece mi autoestima.
Nuestras prácticas espirituales influyen directamente en la posibilidad de que mostremos amor de modo adulto. La consciencia  nos ayuda a ejercitar la aceptación, la atención y la autorización. La bondad nos ayuda a mostrar afecto y aprecio.
Como práctica espiritual, considera las señales de que tu amor por alguien es verdaderamente incondicional:
Te sientes conectado con tu pareja de manera duradera  y no la substituyes por otra pase lo que pase.
Regularmente tus pensamientos hacia la pareja son bienintencionados y le deseas lo mejor.
Actúas con bondad, a veces anónimamente, sin esperar nada a cambio.
Sientes tu corazón se expande cuando estás acompañado por tu pareja ó piensas en ella.
Mantienes el compromiso de fomentar la relación con la otra persona por encima de las exigencias del propio ego.
Ya no te guían ni te paran los miedos a la intimidad ó a estar a distancia de la otra persona.
No te involucras ni activa ni pasivamente en la competitividad ó agresividad del ego.
Eres sensible a cómo se siente tu pareja y haces todo lo posible para no herirla voluntariamente.
Eres, con facilidad, compasivo, clemente, generoso y no vengativo en tus pensamientos y acciones. (En el universo la única fuerza vengativa es la humana).
Mantienes intactos tus propios límites, de manera que tu amor es siempre incondicional, pero tu compromiso es inteligente y apropiadamente condicional.
Eres consciente de las características negativas  de tu pareja y las consideras compasivamente, sin dejar que te afecten.
El amor incondicional está enteramente
en el tiempo presente. No guardas resentimientos del pasado ó le echas en cara su pasado a tu pareja.
Que al decir sí a los hechos dados de las relaciones sentimentales pueda encontrar amor y abundancia en mí mismo y en otros, y que pueda seguir siempre amando a los demás, incluso si fueren desleales conmigo.
{p.124}
Publicado por klypeus en 13:04   
(6)

# 06 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

06.-
REFUGIARSE DE LOS HECHOS
La sociedad en que vivimos dice no a las implacables condiciones de la vida, y se esfuerza muy arduamente para crear productos y métodos que puedan revocarlas.  Nuestra sociedad lucha muy duramente contra los hechos dados. Entre sus ídolos está la juventud, el dinero y la belleza del cuerpo. Por eso no se rinde respeto a los ancianos ni a su experiencia. Al envejecer resultamos inútiles en el trabajo, molestos. Y así es que para las personas es importante tener una escala de valores perdurables acerca de la virtud y de la integridad. Al envejecer, aún nos queda todo.
Nos asustan las inevitables vicisitudes de la vida.
LA RELIGIÓN COMO REFUGIO…125
Hay varias respuestas a los hechos de la vida. San Pablo dice: “Cuando nuestra casa terrenal y temporal, se deshaga, nos espera un tabernáculo”. Las cosas terrenales son transitorias, pero tenemos prometida una casa celestial que es eterna. En cuanto al hecho de que las cosas no siempre suceden como las habíamos planeado, en la tradición cristiana se explica y compensa por el plan divino y una providencia en la que podemos confiar para que las cosas resulten de la mejor forma.
[…] {p.127}
Los hechos dados son lo que es. Tradicionalmente esto ha sido llamado la voluntad de Dios: justamente los componentes que necesitamos para cumplir los propósitos de la evolución. “Hágase tu voluntad” es el sí incondicional que hace que florezca la evolución. Puede que al ego le resulte difícil decir: “Hágase tu voluntad y no la mía”.
[…] La pregunta por qué  es para los problemas que se pueden solucionar. El sí es para los misterios en los que nos vemos envueltos. Preguntar por qué convierte los hechos en problemas, y entonces buscamos maneras de evitar su pleno impacto. El sí honra los hechos como realidad fundamental sobre la que se puede erigir el edificio de la evolución.
Las religiones refrendan el hecho de la gracia y nos ayudan a proclamar el sí incondicional.
La religión (y  la espiritualidad ) nos puede ayudar a afrontar la realidad:
Hay una forma de religión madura ó espiritualidad que tiene estas notas:
Ofrece guía y nos deja decidir.
Pone énfasis en la compasión y en la existencia de una intención amorosa en el universo.
Hay también una forma de religión no adecuada para personas maduras:
Insiste en seguir la voz de la autoridad.
Tiene como base o incentivo el miedo: ”La pérdida del cielo y los dolores del infierno”, aunque también
consta de consuelos.
Se reserva el control de los medios de obtener la gracia.
LA RELIGIÓN Y EL REFUGIO DE LA NATURALEZA
{p.130}…
Dios creó la naturaleza… (Cuando Dios es del género masculino, Él crea el mundo y está separado del mundo. Cuando una diosa, según la mitología, crea el mundo, ese mundo es el propio cuerpo de la diosa.
Nut, diosa egipcia, engulle el sol cuando éste se pone y le da la vida al amanecer y ella misma, la diosa Nut, es el cielo.
TRES REFUGIOS…133
El judaísmo, el islamismo y el cristianismo se refieren a Dios como refugio.
Las enseñanzas budistas nos ofrecen tres refugios cuando la vida se vuelve un desafío y para afrontar los hechos de la vida con valentía y sabiduría: el Buda, el Dharma y el Sangha.
Son tres encarnaciones de tres energías de despertar que hay dentro de nosotros.
Todos tenemos naturaleza búdica; esa es nuestra esencia. El “Buda” no se refiere aquí al príncipe  que vivió en India hace 25 siglos, sino a esa naturaleza búdica, es la mente iluminada de cualquier persona que vive ahora. […].  El Dharma se refiere a las enseñanzas y prácticas que conducen a la iluminación. El Shangha es la comunidad de los que realizan una práctica espiritual en el camino hacia la iluminación.
Los tres refugios están abiertos a personas de cualquier trayectoria. Como Buda, cada uno de nosotros podemos despertar a nuestra verdadera naturaleza; podemos entender por fin que hemos estado sufriendo debido a una ilusión: en realidad, no estamos separados los unos de los otros. El refugio del Dharma es el compromiso con la práctica espiritual, adoptando el camino de la bondad. Y en el refugio del Sangha, o comunidad, compartimos con otros nuestra intención de despertar y nos fortalecemos en nuestra conexión con otros en el camino de la sabiduría y la compasión.
El mundo natural refleja esos tres refugios. La mente búdica es evidente en todo lo que existe en la naturaleza. La naturaleza es una inmensa ecología de interdependencias; no hay nada separado. El Dharma es el orden de la realidad, y esto es visible en la naturaleza. La familia completa de los seres vivientes es nuestro verdadero Shanga.
Según la tradición budista, ya somos todos budas, todos los seres humanos y todo en la naturaleza. La mayoría de nosotros aún no sabemos quiénes somos realmente. Pero la naturaleza parece saberlo. […].
El concepto de dharma se puede entender también como la ley interna de las cosas, las leyes por las que las cosas llegan a su plenitud y cumplen su papel en la evolución. La esencia de la práctica espiritual es la actitud del incondicional a los inevitables desafíos de la vida, la cual nos permite realizarnos y crecer.
Desde mi punto de vista [David Richo], la esencia de la práctica espiritual es cultivar un sí incondicional. Los hechos de la vida se convierten en puertas a la iluminación cuando nos volvemos un sí en pensamiento, palabra o hecho.
El refugio del Shanga es el grupo con el que tenemos una práctica espiritual. Un shanga también puede ser nuestra familia, la gente con la que compartimos objetivos y creencias importantes.[…]. ¿Podemos aprender a apoyarnos unos a otros? Nos comprometemos  a compartir nuestras experiencias vitales con los miembros de nuestro sangha y, al hacerlo, anunciamos que no somos seres aislados, sino seres interconectados e interactivos.
Estos tres refugios son llamados las tres joyas, es decir, tres valiosos tesoros en el camino espiritual. {p.135}

DISTRACCIÓN O RECURSO?…135
Algunos refugios son útiles; otros pueden dañarnos.[…] Salir de compras un fin de semana u ocasionalmente, beber una cerveza, no es la perdición.  Estas actividades sólo son peligrosas si se vuelven adictivas. […]
Algunos refugios son distracciones y otros son recursos. […]. Las drogas distraen; una caminata por el bosque es un recurso. Refugios con recursos positivos son las relaciones sociales, las amistades, la afición por el arte, la naturaleza, la música; la creatividad, la profesión, el entretenimiento, la meditación y la diversidad de caminos no dañinos que hay para satisfacer nuestras necesidades y deseos.
Creo que la mayoría de la gente prefiere refugios  que ofrecen excitación llena de adrenalina frente a los refugios serenos y llenos de recursos de budismo –Buda, Dharma y Sangha–.  […]. A menudo, preferimos el drama, las tormentas del miedo y del deseo, la incertidumbre y la confusión que vienen de las decisiones y relaciones complicadas. Esta inclinación no es enteramente negativa. El estrés y el estruendo, en pequeñas dosis, pueden ser creativos, pueden avivar nuestra imaginación e incitarnos a ir con entusiasmo hacia nuevos horizontes. […]. A veces nos volvemos locos para volvernos cuerdos.

EL PENSAMIENTO MÁGICO…137
Para protegernos de lo que temerosamente creemos que es un mundo espeluznante, impredecible y punitivo, ideamos rituales mágicos de seguridad y tenemos pensamientos supersticiosos. En estos rituales mágicos y pensamientos supersticiosos nos refugiamos ante los hechos de la vida.
El pensamiento mágico es usar nuestros deseos y miedos para explicar lo que está sucediendo o puede llegar a suceder. Este pensamiento procede de nuestro sentido primitivo del miedo y de sus ilusiones consiguientes. Así confundimos una conexión temida o deseada con una real.
Los siguientes son algunos ejemplos de pensamiento mágico:
La realidad se volverá o permanecerá lo mismo que mi imagen mental de esa realidad.
Surgirán fuerzas peligrosas si no me ciño a reglas o rituales precisos.
Nos pasa lo que nos merecemos.
Tengo que aprovechar esta oportunidad ahora mismo o perdérmela. No hay tiempo para una pausa consciente.
“El que la hace, la paga”. Eso es un deseo del ego frustrado y vengativo, no una certeza cármica.
Si no lo controlo, todo se desbaratará.
El ámbito espiritual no existe, ya que no puede ser confirmado con métodos científicos. (A menudo, descreer es una cuestión de control)
Si hablo abiertamente de un problema, se volverá aún más serio y peligroso. Si nunca lo menciono, desaparecerá.
La felicidad no durará si la disfruto demasiado. La exuberancia total es peligrosa.
A la prosperidad le seguirá la catástrofe: ”A todo mercado en alza le acecha un mercado a la baja”, y viceversa.
Llegará un día en la historia humana en que no habrá violencia o maldad y la sombra humana desaparecerá.
Los aliados del pensamiento mágico son los buenos deseos. Por ejemplo, espero que todo sea mejor en el futuro, aunque no estoy haciendo nada para que eso suceda. Otro ejemplo: Creo que la economía mejorará muy pronto. Estos son dos ejemplos de autoengaños basados en nuestros buenos deseos, no en la realidad.  Cuando somos mentalmente adultos sólo debe satisfacernos la verdad de lo que es real, aunque esa realidad sea deslucida o desagradable. Un sí a los hechos de la vida significa una actitud abierta a que nos digan la verdad de forma directa y franca. {p.139}

REFUGIOS CLANDESTINOS…139
Cuando tenemos miedo a los hechos dados, nos refugiamos en escondites infantiles como pueden ser  certezas absolutas de la religión ó alguna adicción.
Para mucha gente, al margen de sus creencias oficiales, sus refugios ante el estrés, el conflicto o la confusión interna, pueden ser las bebidas alcohólicas, la comida, el sexo, las drogas, los juegos de azar, etc. También pueden buscar refugio en su intelecto, bien negando lo sucedido ó el impacto de lo que sucedió, bien ideando disculpas para lo que sucedió.  Esto es una negación del sí incondicional a los hechos dolorosos de la vida.  Otra forma de búsqueda de refugio en el intelecto es pensar las cosas detenidamente mediante las facultades analíticas. Y esto puede también estar basado en el miedo al impacto  de los sentimientos, pues no se confía en la experiencia de la presencia consciente, con su atenta atención a la realidad, sin las distracciones y consuelos que fragua el intelecto.
[…] {p.140}
LA SEGURIDAD SIN NINGÚN REFUGIO…141
A la mayoría de la gente le asustan los cinco hechos dados.  Ante las condiciones de la existencia esperamos un refugio, los cuales pueden ser positivos y negativos. Los refugios positivos ú orientados al sí cuando nos abren y equipan  para la realidad tal como es. Son negativos u orientados al no los refugios que ofrecen un escape para el ego.
Los tres refugios del budismo son recursos que recomiendan la presencia total en la realidad, sin adornos de nuestras elaboraciones mentales.  El cobijo que ofrece la presencia consciente es el de la seguridad sin ningún escape para el ego, lo cual significa la victoria para nuestra naturaleza búdica, nuestra verdadera identidad.  {p.141}

LA SABIDURÍA QUE HAY DENTRO DE NOSOTROS…143…144
[…] Cada gracia que nos llega como individuos forma parte de la herencia colectivaEsta es la dimensión positiva del karma. Todos nos ayudamos mutuamente  a resolver nuestro karma. Somos refugios los unos para los otros.
[…]
Cuantas más personas entran en la consciencia espiritual, antes sigue ese ejemplo el resto del mundo. Cuanto más ampliamente generalizado está el sí incondicional, mayor es el avance evolutivo.
[…]
Me refugio en el amor incondicional, la sabiduría eterna y el poder sanador que hay aquí en mi corazón y en el corazón de los demás, todos ellos el corazón único del universo.{p.144}
Publicado por klypeus en 13:18   
(7)

# 07 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

SEGUNDA PARTE:
UN SÍ INCONDICIONAL  A NUESTRA EXISTENCIA CONDICIONADA…145…220
07.-
 CÓMO VOLVERSE UN SÍ…
147
Cuando tememos afrontar los hechos de la vida, resulta un sufrimiento del que nos libera  un sí incondicional a los hechos dados. El sí nace de la confianza y cura el miedo. […].
El sí nace de la confianza y cura el miedo. Esto se debe a que estamos reconociendo que todo lo que nos sucede forma parte de nuestra historia y es útil en nuestro camino. Nuestro sí a las condiciones de la existencia significa seguir con la vida en vez de quedarse atrapado en disputas y en tentativas de controlar como se desarrollen las cosas.
(I): Cuando las cosas cambian y acaban, confiamos en los ciclos de la vida como pasos hacia un crecimiento evolutivo. El sí alivia el sufrimiento liberándonos de aferrarnos a nada en absoluto.
(II): Cuando las cosas no van como habíamos planeado, expandimos nuestro potencial para confiar en un poder más allá de nuestro ego. Las tentativas feroces e inútiles de nuestro ego para hacer que todo se desarrolle a su manera deja paso a dejar que los dados caigan como quieran. El sí nos libera del sufrimiento causado por la obsesión de llevar las riendas
(III): Cuando las cosas no son justas, evocamos nuestro potencial de actuar con justicia pase lo que pase. Esto significa confiar en un poder más allá de nuestro ego, con toda su insistencia en el desquite y sus insolentes exigencias de equidad. Un sí a este tercer hecho dado nos libera del sufrimiento que sucede cuando nos quedamos atrapados en vengarnos de la gente y cuando guardamos resentimientos.
(IV): Cuando el dolor entra en nuestra vida, activamos nuestro potencial para afrontarlo sin queja, y aumenta nuestra compasión por otras personas que también sufren. Un sí a este cuarto hecho dado nos libera del sufrimiento que resulta de la protesta inútil.
(VI): Cuando la gente no es leal o amorosa con nosotros, avivamos nuestro potencial para el amor incondicional. Un sí nos libera del sufrimiento causado por nuestra necesidad de herir o rechazar a quienes nos han decepcionado.
{p.148}El miedo es un no a lo que es. Temer los hechos dados es tenerle miedo a la vida,  ya que esos hechos son sus componentes. El miedo, creando evasión y atracción, nos impide experimentar la vida plenamente y vivir en el momento. Evitamos lo que es desagradable y tratamos de mantener lo que nos hace sentir bien. La tradición budista nos anima a seguir un camino medio. En el cuadro de la página 149  [Ver (*) más abajo] se muestra el trabajo que se nos implanta en este “medio dorado” como lo llamaron los antiguos romanos.
(*): En la página 149 del libro Cinco cosas que no se pueden cambiar, en el capítulo 7 (Cómo volverse un sí) se exponen las tres respuestas que suelen darse a cada hecho dado, según se trate de
(1): “Nuestro miedo ante el hecho”,
(2):“Cómo disimulamos nuestro miedo” y
(3): “El Sí que mejor encaja”.
Ante el hecho dado I (Las cosas cambian y acaban) las respuestas son:  (1): Podemos perder lo que tenemos; (2): Nos comprometemos menos y nos hacemos estoicos; y (3): Sentimos la tristeza de la pérdida y soltamos.
Ante el hecho dado II (Las cosas no siempre suceden como habíamos planeado) las respuestas son: (1): No se cumplirán nuestras expectativas; (2): Planeando todos los detalles y tratando de mantener el control; y (3): Aceptar lo que sucede y aprender de ello.
Ante el hecho dado III (Las cosas no siempre son justas) las respuestas son: (1): Puede que no obtengamos la parte que justamente nos corresponde; (2): Insistiendo en mantenerlo todo a partes iguales y culpabilizando a quienes son injustos; y (3): Asumir la actitud de “A veces ganas, a veces pierdes” y trabajar en pro de la justicia.
Ante el hecho dado IV (El dolor forma parte de la vida) las respuestas son: (1): No podremos soportar el dolor; (2): Intentando estar en guardia para evitar el dolor; y (3): Permitir el dolor que es natural y no añadir más dolor tratando de controlarlo.
Ante el hecho dado V (La gente no es siempre amorosa y leal) las respuestas son: (1): Nos sentiremos heridos y nos afligiremos por ello; (2): Evitando la intimidad en el futuro; y (3): Hablar sin temor y llegar a decir “¡Eso duele!”  y no desquitarnos.
Así pues, cada condición de la existencia nos equipa con una habilidad útil.
[1]Como es un hecho dado que la gente muere o nos abandona, se vuelve otro hecho dado que estaremos solos, de modo que es sabio aprender a estar cómodos incluso en soledad.
[2]…las cosas no siempre suceden como las habíamos planeado, es un hecho que nos sentiremos decepcionados, de modo que es sabio aprender a vivir con menos expectativas.
[3]…las cosas no siempre son justas,…de modo que es conveniente aprender a sentirnos cómodos con la tristeza de las pérdidas, trabajando por la justicia y sin deseo de venganza.
[4]…es un hecho que el dolor forma parte de la vida, …lo mejor es aprender a sobrellevarlo y creciendo con él.
[5]…la gente no siempre es leal y amorosa, luego es sabio comprometerse con la bondad, sin importar cómo puedan tratarnos los demás.
De este modo, el  a los hechos de la vida combina la vulnerabilidad con el ingenio. El sí significa que estamos abiertos a lo que nos suceda, sin defensa ante ello. Al mismo tiempo, no nos derrumbamos por lo que nos sucede. Somos ingeniosos al tratar con ello; hacemos todo lo que podemos para tratar con los hechos que afrontamos. Entonces dejamos que los dados caigan como quieran. Pronto volveremos a cogerlos uno por uno y volveremos a apostar de nuevo.
Hay una vitalidad en nosotros, una chispa que no puede extinguir ninguna tragedia. […] Aceptar las cosas que no podemos cambiar no significa que nos caemos rodando, sino que seguimos rodando.
[…].
La práctica de un sí incondicional es el núcleo de la antigua tradición espiritual del taoísmo.  Wu wei es un término taoísta que significa “fluir con las cosas tal como son”. Esto reduce la fricción y el estrés que surgen cuando nos resistimos a la realidad tal como quiere suceder.
[…]
Los hechos de la vida nos muestran quiénes somos realmente y nos ayudan a ser mejores…:
1) Sólo en los cambios y los finales descubrimos si nos aferramos ó nos soltamos.
2) sólo en los planes fallidos descubrimos un plan mayor en preparación en pro de lo que más puede beneficiarnos…
3) sólo cuando las cosas no son justas descubrimos nuestro lado obscuro, que busca el desquite, o nuestro lado bondadoso, que busca la restauración…
4) sólo cuando sufrimos descubrimos nuestra valentía y nuestra profundidad y aprendemos a tener compasión por el sufrimiento de los demás.
5) sólo cuando otros son desleales ó fríos  descubrimos si realmente podemos amar incondicionalmente.
LA BONDAD…151
Un  incondicional es una victoria espiritual. […]. Una práctica útil es considerar todo lo que sucede en nuestra vida […] como dharmas, puertas a la iluminación, […], caminos hacia la virtud.
[…].
1.-Cuando las cosas cambian o se acaban, podemos sentir el dolor resultante y soltarlas […].
2.-Cuando las cosas no van como habíamos planeado, podemos abrirnos a nuevas posibilidades, algunas del destino, otras del karma.
3.-Cuando las cosas son injustas, podemos trabajar por la justicia, y no desquitarnos en otros […].
4.- Cuando nos llega el dolor, el sufrimiento, podemos  soportarlo sin protestar ó culpabilizar o exigir quedar exentos.
5.- Cuando otros no son amorosos o leales, podemos tener bondad. Ante cualquier hecho dado, decimos sí con presencia consciente, es decir, sin las disposiciones mentales del ego.
Nuestra práctica de la presencia consciente culmina en la bondad. La bondad es una virtud  en que se manifiesta con alegría el dar y recibir. […]. La bondad es el más amplio sí incondicional, porque es amor que incluye a todo el universo.
{p.152}La práctica de la bondad presupone que
todos estamos interconectados y nos hace ser conscientes de esta interconexión en el momento.
{p.152}Desde la perspectiva budista guían nuestra vida espiritual cuatro ámbitos de consciencia: amor, compasión, alegría y ecuanimidad. Como existen como hechos dados de nuestra naturaleza, se les llama los “cuatro inconmensurables” ó “permanentes divinos”.
El amor  implica una intención y una voluntad incondicionales de que todos los seres estén bien y sean felices.   La compasión  es sentirse conmovido por el dolor que sienten los demás y querer que se liberen del sufrimiento. La alegría  comprensiva es el desear que otros tengan buena fortuna  y el regocijarse cuando tienen éxito.    La ecuanimidad es nuestra habilidad para pasar por las dificultades sin quedar devastados o amargados.
En otras palabras, podemos pasar por esas dificultades en vez de ser poseídos por ellas. Seguimos sintiendo el impacto de la agitación, pero siempre volvemos a nuestro centro y fundamento.
[…]
{p.153}La práctica de la bondad hace que estas cuatro virtudes inconmensurables se activen y cultiven en nuestra vida. La bondad se siente con igual profundidad hacia todos los seres, los que nos gustan y los que nos disgustan, los conocidos y los desconocidos, los cercanos y los lejanos. La bondad es nuestra manera de responder con un sí a los hechos de la vida tal como los sufren los demás. Es también una manera de amarnos a nosotros mismos, ya que nos volvemos más  dignos de ser amados cuando amamos a los demás.
La práctica de la bondad significa expandir nuestro propósito espiritual conscientemente, para que nuestro corazón incluya con igual fuerza a los que amamos, a los que nos resultan indiferentes, a quienes nos causan dificultades y a toda la gente. […].
He aquí algunas instrucciones basadas en la práctica budista de la bondad:
Respira normalmente, enfocando la atención en cada respiración. Suelta los pensamientos y da espacio para los poderes dispuestos para pasar por ti. Imagínate como una persona llena de compasión, luego de amor, luego de alegría, luego de ecuanimidad. Estas son las “cuatro cualidadesinconmensurables” porque son las abundantes fuerzas motrices de tu naturaleza búdica.
{p.154}
Dí en voz alta ó internamente tu aspiración de que la gente dé y reciba estos cuatro regalos (compasión, amor, alegría, ecuanimidad). De esta manera, irradias los regalos, que no vienen de ti, sino a través de ti desde el corazón de Buda, Cristo, el universo. Pide el don de la compasión para los que te aman, para los que amas, para tus benefactores, para tus amigos y conocidos. A continuación, pide el don de la compasión para personas poco conocidas por ti pero que ves en la vida cotidiana, como empleados de comercio, funcionarios, etc. Irradia compasión a personas a quienes no caes bien, a las que no te caen bien, a las personas difíciles, a las personas hostiles, a los enemigos personales y a los enemigos políticos. Finalmente, irradia comprensión para el mundo entero […].
Presta atención a cualquier resistencia que sientas. No trates de eliminar la resistencia. Simplemente trabaja para fortalecer tu intención de amar y la resistencia se aliviará. Estás expresando tu verdadera
Naturaleza y esto puede que tu ego, con sus exclusiones y preferencias limitadas, se sienta amenazado. Esta práctica es un sí a las inconmensurablemente inclusivas compasión, amor, alegría y ecuanimidad que tu ego sano anhela sentir.
{p. 154}
La práctica de la bondad puede aplicarse a personas que nos han herido ó criticado en el pasado y cuyas voces aún afectan de manera negativa nuestra confianza en nosotros mismos. “Que pueda iluminarse para que pueda ayudar a otros en vez de hacerles daño”. Esto hace a una persona hiriente más suave en nuestra mente. Si en vez de eso dijéramos: “Que le hieran como él me hirió a mí”, convertimos a esa persona  en el carcelero que nos sigue reteniéndonos.
La bondad puede aplicarse también a las actividades de nuestra mente. Por ejemplo, los recuerdos que surgen de repente en nosotros pueden sentirse como flores ó como flechas.  Algunos recuerdos son felices, otros dolorosos e incluso compungidos. Cada vez que  surja un recuerdo, podemos conectarlo a la práctica de la bondad. Por ejemplo, de pronto recuerdas un momento en que tu madre no te apoyó. Añade una práctica de la bondad diciendo: “Que mi madre y todas las madres aprendan a apoyar a sus hijos”. Te acuerdas de cómo tu madre te reconfortó cuando estabas triste. Dirás: “Que yo pueda reconfortar a mi madre cuando ella lo necesite. Que todos los hijos puedan reconfortar a su madre. Que todos nosotros encontremos consuelo en la madre naturaleza.”
LA PRÁCTICA TONGLEN…155
Tong significa enviar y len significa recibir. También podemos considerar esta práctica de meditación budista como un soltar y un dejar entrar. Tonglen está enraizado en la presencia consciente y la bondad, y aspira a liberarnos del egocentrismo.
La práctica tonglen tiene tres fases:
La 1ª fase es una quietud consciente: durante algunos segundos, te sientas en silencio y conectas con tu serenidad innata.
La 2ª fase es practicar  recibir y enviar. Con cadainhalación nos imaginamos aspirando cualidades obscuras como el dolor, la constricción y el calor.
Luego, con cada exhalación emitimos luz, apertura, frescor.  Sentimos conscientemente que estas cualidades entran y salen de nuestro cuerpo. Has este ejercicio durante varios minutos.
La 3ª fase es continuar recibiendo y enviando, llevando tu atención a cualquier dolor emocional que puedas estar sintiendo en el momento. Inhala las características del dolor, y exhala paz, apertura, frescor y otras cosas similares.
Después de hacer esto durante algún tiempo, sigue las mismas pautas que en la práctica de la bondad.
Empieza contigo mismo y luego expande tu práctica a un amigo ó a una persona amada. Piensa en un amigo que está sufriendo, inhala ese sufrimiento y exhalapaz. Al inhalar y exhalar de esta manera, estas actuando como filtro, recibiendo lo que es doloroso, transformándolo dentro de ti y emitiendo apertura y luz.
Después de haber practicado durante algún tiempo, puedes expandir tu práctica más allá de ti mismo y tus personas amadas e incluir a tus conocidos, tus enemigos y finalmente, el mundo entero. Por ejemplo, si empezamos esta práctica de meditación desde un espacio de sentirnos asustados y desesperados, al final podemos inhalar los miesdos y la desesperación de todo el mundo y exhalar amor y valentía. Así es como podemos empezar a sentir de manera interconectada.
Esta práctica de meditación supone un desafío y una paradoja, porque parece peligroso recibir lo que es indeseable.  Pero al actuar como bodhisattvas ó santos , creemos tener acceso a abundantes acopios de  luz y cura que hay  en nuestra naturaleza búdica. Confiamos en que podemos dejar entrar dolor y no ser heridos, y en que podemos  emitir bondad y sanar con ella.
La práctica de meditación tonglen conectamos con los demás  de manera perdurable. Es una forma de compasión amorosa. La práctica tonglen se relaciona directamente con los hechos dados de la vida:
1—Inhalamos la experiencia que otras personas están sintiendo de la pena y de la pérdida que llegan con el cambio y los finales…
y exhalamos la liberación y resolución de ellas.
2— Inhalamos la decepción que otros sienten por planes fallidos…
y exhalamos confianza en que las cosas resultarán positivas para el progreso espiritual.
3— Inhalamos la injusticia y la iniquidad que afrontan otras personas…
…y exhalamos valentía para hacer frente a la injusticia y para actuar justamente con los demás, a la vez que evitamos ser vengativos.
4— Inhalamos el sufrimiento físico y psicológico…
…y exhalamos curación y serenidad.
5—Inhalamos el daño que sienten los demás cuando sufren deslealtad o falta de cariño…
…y exhalamos amor y lealtad.
Un ejemplo de combinar nuestra práctica de bondad y el tonglen es tomar consciencia del sentido de comunidad con la toda la gente –la “comunión de los santos”–  que se siente o ha sentido como nosotros. Cualesquiera que sean el dolor o estrés a los que nos enfrentemos, otros también lo han hecho. Podemos decir: “Al sentir esto, ahora me uno a todos los que se han enfrentado a este mismo dolor o conflicto. Pido su ayuda y comparto mi gracia con ellos”. “Me uno  a las demás personas deprimidas en todas partes en este momento. Pido que nos liberemos los unos a los otros de esta desdicha”.  De esta manera, podemos disponer y sacar del depósito de gracias del que todos participamos. {p. 157}
[…]
Las prácticas de la bondad y  tonglen confunden y sobresaltan al ego, que tiende al desquite como respuesta probada y verdadera a los golpes que nos infligen los demás. Con la práctica de la bondad y tonglen, sacudimos los cimientos del ego y causamos grietas en su duro caparazón. A través de esas fisuras llega al ego luz de sabiduría y compasión, lo que le hace más afectuoso y tierno. Ahora al ego le atrae esta estupenda alternativa a sus deportes favoritos del miedo, el apego, el control y la exigencia. Las prácticas de la bondad y tonglen nos ayudan a encontrar la gracia, no sólo para transcender al ego, sino para dotarle de paz.
{p.158}
NO HAY FUERA…158
La posición “esto… y eso”, en vez de “ó esto… o eso” es  una manera de referir a una posibilidad maravillosa: la combinación de los opuestos aparentes. A nuestro ego le encanta dividir y conquistar, pero nuestra consciencia espiritual florece traspasando la dualidad. “Esto… y eso” es una paradoja, la manera en que la mente expresa la naturaleza no dual de la realidad. Las metáforas pueden servir para lo mismo.
En las perspectivas religiosas dualistas, rezamos a un Dios que está en el cielo, por encima de nosotros. Pero en la consciencia religiosa madura, nos damos cuenta de que no hay dualidad, ninguna diferencia entre fuera y dentro. Esto lo saben claramente los elementos místicos de las grandes religiones. Los místicos experimentan la sabiduría espiritual, en vez de recibirla de intermediarios. Los místicos traspasan la literalidad y llegan a apreciaciones metafóricas de la realidad. Un ejemplo de no-dualidad es la doctrina de “la comunión de los santos”, la cual se refiere al vínculo permanente entre los santos que han acabado su viaje terrenal y los santos que aún están en medio de él. […]. Esta interconectividad es algo que ocurre “así en la tierra como en el cielo”. Incluso tras nuestro último aliento seguimos mostrando compasión y compartiendo sabiduría. Así pues, no hay división entre la vida y la muerte. La “comunión de los santos” muestra que nuestro destino evolutivo no termina con la muerte. Esto quiere decir que la muerte no es el final del ciclo de la vida, sino parte de ese ciclo. […].
LA NATURALEZA PRÁCTICA DEL SÍ…160
El sí es apertura. La naturaleza se abre a todos sin discriminación. Esta generosidad universal nos sucede cuando despertamos a la bondad. Del mismo modo, la naturaleza no se venga.
[…] La práctica de la bondad es precisamente la manera en que se transforma el miedo en amor. Cuando tememos a alguien, rodeamos a esa persona con amor y nuestro miedo se convierte en amor. Como dice San Juán de la Cruz: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor.”
[…]
Como dice Dogen Zenji: “El engaño sucede cuando vemos todo desde el punto de vista del yo. La iluminación sucede cuando nos vemos a nosotros mismos desde el punto de vista de las cosas de la naturaleza”.
Estas son algunas maneras específicas para aliarnos con la naturaleza en un sí incondicional:
1) De vez en cuando vayamos a ver la salida y la  puesta del sol y también el salir y ponerse la luna. Sitúate en un lugar de observación favorito para cada fase de la luna. Observemos el cielo por la noche y notemos los movimientos sutiles que hay en él. En los tiempos antiguos se creía que los cuerpos celestes emitían “la música de las esferas” al moverse.Prestemos atención a esta música y canturreemos con ella.
2)  Duerme en el campo, al aire libre y al raso y las estrellas podrán irradiar su luz en tus sueños.
==
Que yo pueda practicar la bondad en todas mis acciones y que los que odian puedan liberarse del miedo y así será amor todo lo que muestren.
Publicado por klypeus en 23:54   
(8)

# 08 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

08.-
SÍ A LOS SENTIMIENTOS…
165
Sentir es activar nuestra capacidad de ser afectados, conmovidos o cambiados por los sucesos, la naturaleza y la gente: por los hechos de nuestra existencia.
Las presiones de la vida nos pueden arrastrar y aplastar o podemos volvernos testigos justos y alertas de esas presiones de la vida y así decidir qué es lo mejor que podemos hacer a continuación. Ser testigos de nuestros sentimientos acerca de lascircunstancias y nuestras reacciones aellas significa no quedar atrapados enellas, no tomárnoslas demasiado seriamente, no ser poseídos por ellas.
Nuestro propósito espiritual no es reprimir nuestras emociones ni entregarnos a esas emociones, sino  permitirlas de manera que se resuelvan…o incluso que vuelvan a la tierra, si queremos.
Cuando vivimos con un  incondicional, desarrollamos la ecuanimidad. […]. La ecuanimidad es la virtud de volver a la base, volviendo a estabilizarnos, después de sentir la perturbación incitada por nuestros sentimientos. Las personas sanas psicológica y espiritualmente se ven afectadas por lo que les sucede a ellas y a los demás. Los sucesos les hacen mella. Sienten profundamente y lo muestran.
El carácter, la profundidad  y la compasión florecen en nosotros porque lo que nos sucede nos puede afectar. Pero los sucesos no tienen que impactar peligrosamente en nuestra vida.
Cuando los sucesos AFECTAN,
 una persona…
…tiene sus sentimientos a salvo, permanece sólida y centrada.
…pasa conscientemente por la experiencia y busca apoyos sanos.
…se da cuenta de que su sueño y su apetito se ven afectados moderadamente.
…se ocupa de la dificultad, la procesa y la resuelve.
…se siente triste, pero en un nivel apropiado a la situación.
…conserva la salud física.
Cuando los sucesos IMPACTAN,
a  una persona…
…se siente abrumada por los sentimientos, quedándose desestabilizada  y desolada.
…para escapar de la realidad usa drogas y alguna adicción.
…su sueño y apetito se ven seriamente
Impactados.
…se estanca en pensamientos sin salida y continúa sintiendo el golpe de los sucesos.
…se siente deprimida o desesperada.(*)
…daña su salud física.

(*): La desesperación es un hecho dado, pero no necesariamente una maldición de cualquier vida humana. La desesperación es desesperarse de uno mismo, de los demás y de la gracia: Creemos, correcta o incorrectamente, que no tenemos un entorno, visible o invisible, que nos sostenga y apoye.
Sentimos una desconexión irreparable. Nos damos cuenta de que pedir ayuda o enfadarnos no tiene efecto en los demás ni en los aconteceres. Sentimos que no podemos hacer nada eficazmente. Nos desesperamos de nosotros mismos porque lo que hemos intentado hacer no ha funcionado. Tratar de evitar la acometida de la desesperación mediante nuestra obsesión de mantener el control es muy a menudo fútil, aunque sea un intento conmovedor de no aceptar la realidad.
LOS DONES QUE NOS DA LA NATURALEZA…167
Los sentimientos son reacciones físicas que son las sanas tecnologías para afrontar los hechos de nuestra existencia. Son los mecanismos sanos que nos da la naturaleza para poder resolver los problemas, creando soluciones nuevas, e inventando alternativas útiles.
La naturaleza nos hizo sentir para poder evolucionar.
[…]. Un sí a los sentimientos es la parada antes de llegar explicaciones filosóficas, los consuelos teológicos ó las máximas alentadoras. En esa parada están nuestras raíces terrenales, nuestra pasión natural y nuestra cordura.
[…]
Cada uno de los hechos dados de la vida evoca sentimientos. Sentir pena es la respuesta adecuada ante la pérdida; es la forma que toma el  ante la pérdida. […].
Cualquier sentimiento que expresamos completamente puede conectarnos con otros sentimientos. Por ejemplo, nuestra tristezapuede llevarnos al enfado, nuestro enfado puede llevarnos al miedo y, a la postre, a laalegría de haberlo soltado todo. La feliz paradoja es que la aceptación íntegra de los sentimientos nos lleva a soltar: Cuando vivimos con delicadeza nuestro miedo dándole la bienvenida, dejamos de aferrarnos a él.

CÓMO SENTIRNOS SEGUROS CON LOS SENTIMIENTOS…169
Sólo queremos expresar nuestros sentimientos si nos sentimos seguros para hacerlo. Esto es un mecanismo de protección. La tarea, es hacer que esos sentimientos sean inocuos, evitando relaciones y lugares en los que no haya seguridad. Curiosamente, en lengua inglesa, loscuatro sentimientos principales componen la palabra “SAFE” (“seguro”): Sadness, Anger, Fear, Exuberance. Estas cuatro emociones (tristeza, enfado, miedo y exuberancia) fundamentales subyacen en gran parte de lo que pensamos, hacemos y decimos.
Los sentimientos son nuestras tecnologías para afrontar los hechos de la vida.
Cada hecho dado evoca uno o más de estos sentimientos, y sentir algo al hacer frente a un hecho dado es nuestra manera de decir sí.
Los cambios y los finales  hacen que la tristeza forme parte de la vida. Los cambios y los finales se procesan y se aceptan con la experiencia de la tristeza. Es decir, la tristeza (como todos los sentimientos) nos ayuda a soltar y seguir adelante. Nos ponemos tristes porque hay un hecho de cambio y final.
El hecho de que las cosas no salgan siempre como las habíamos planeado puede producir enfado y también miedo, porque nos damos cuenta de que pueden ocurrir sucesos amenazadores. El enojo y el miedo son sentimientos que nos permiten afrontar y resolver lo impredecible de la vida. Es así como seguimos adelante con nuestra vida en vez de obsesionarnos con la “mala pasada” que creemos nos ha jugado el universo.
El hecho de que las cosas no sean siempre justas hace que la ira sea apropiada; la ira es el disgusto ante la injusticia y eso nos ayuda a avanzar atrevidamente en la vida.
El hecho de que el dolor forme parte de la vida evoca pena y  búsqueda de alivio. Si no sintiéramos dolor podría ocurrir que no conociéramos profundamente nuestros sentimientos ni nuestras facultades internas de autorregeneración.
El hecho dado de que la gente no siempre es leal evoca pena, crecimiento y perdón. En última instancia, lo que se nos da [al no ser obligatorio  ni necesariamente esperado] es como un regalo.
La vida incluye también el placer y la satisfacción. También esto es un hecho principal, pero es menos probable que eso con cause algún problema. La exuberancia surge y esa es la manera en que nuestro cuerpo dice a la alegría de la vida.
Nacemos  con un potencial completo para experimentar y expresar todos nuestrossentimientos, pero para que los sentimientos se activen tienen que sentirse  seguros desde una edad temprana. Esa seguridad sucede cuando nuestros sentimientos durante la infancia son reflejados por nuestros padres y cuando los demás los reflejan. Reflejar significa que los sentimientos  son acogidos  de esta manera: con las cincos aesatención, aceptación, aprecio, afecto y autorización. Estos son los componentes del cariño y de la comprensión.
Reflejar los sentimientos, durante la infancia, y la intimidad, en la edad adulta, hace posible que nos sintamos seguros  para llorar cuando estamos tristes, levantar la voz cuando estamos enfadados, temblar cuando tenemos miedo y reír cuando estamos alegres. Es así como nuestros sentimientos son legitimados, respetados y acogidos. No son tratados con desdén, vergüenza o coacción. No son inhibidos, juzgados, ridiculizados o castigados. No se nos dice lo que deberíamos sentir, ni tampoco se nos dice que no sentimos lo que sabemos que sentimos.
Los sentimientos que fueron reflejados durante nuestra infancia ahora nos resultan más fáciles de expresar, por ejemplo, a nuestra pareja, y también, esos mismos sentimientos los aceptamos fácilmente cuando, en el mismo ejemplo, nos los expresa o manifiesta nuestra  pareja. Reflejar los sentimientos nos faculta, nos equipa para la intimidad, para ofrecer y recibir sentimientos.
Durante la vida adulta, como en la infancia, tenemos necesidad de recibir los sentimientos de las personas a las que amamos. En ocasiones queremos que las personas amadas nos abracen o nos reflejen. Pero si exigimos más de lo que nos pueden dar, puede ocurrir que esa necesidad de recibir los sentimientos se convierta en una actitud menesterosa.  Si, por ejemplo, en un determinado momento quiero que mi pareja me abrace y ella no puede abrazarme, lo que yo puedo hacer son dos cosas: 1º: como depende de mí aceptar la realidad, me digo: “No puedo conseguir ahora mismo lo que quiero”. 2º: Aunque sienta la necesidad de ser abrazado, no intento satisfacer o escapar de esa necesidad; es decir, me  quedo conmigo mismo. Me permito sentir lo que siento sin siquiera intentar entenderlo. Una acción que no debo hacer es increpar a mi pareja; en vez de eso, me tomo una copa de vino o me distraigo leyendo un libro, por ejemplo.
Actuando de esta forma, podría ocurrir que en esa situación, en mi ánimo sucediera un cambio paradójico y maravilloso: Mi disposición de permanecer con mis propios sentimientos se convierte en algo equivalente a ser abrazado amorosamente por mi pareja. Un sí incondicional a la realidad expande mi manera de encontrar satisfacción.

EL AMOR LIBERA…172—————–
El amor, más que un sentimiento, como cree la mayoría de la gente, es una manera de estar presenteEl amor es el contexto para las cincoaes (las cinco cualidades básicas de amor genuínoAtención,Aceptación,Agradecimiénto,Afecto y Autorización) y un compromiso para mostrarlas.  El amor es un hecho dado interno de buena voluntad. Santo Tomás de Aquino define el amor como “querer que sucedan cosas buenas”. El amor es la esencia de nuestro ser más profundo y verdadero. […]
Si los sentimientos (principales) sucedieron en nuestra infancia y suceden ahora en el contexto del amor que crean las cinco aes (atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización)[vid. pág 39, capítulo 01], nos resulta fácil expresarlos. Mostramos la tristezacon las lágrimas, pena y un ánimo decaído. Mostramos la ira de manera no violenta pero con fuerza. Mostramos el miedo sin vergüenza y sin envilecimiento. Mostramos la exuberanciacon abandono.
Además no usamos los sentimientos como tácticas, encantos, maniobras o estrategias para manipular a otros. En este caso fingimos los sentimientos, pero no los estamos expresando realmente.
Los cuatro sentimientos principales ( tristeza, enfado, miedo y exuberancia) son positivos: nos ayudan a desarrollarnos como personas.
Incluso si pareciera injustificado, ningún sentimiento es negativo o inapropiado, Reprimir un sentimiento o estar poseído por él sí es negativo. Algunos sentimientos son dolorosos, pero se vuelven menos dolorosos cuando les dejamos pasar y así ya no les tenemos miedo.
Sentimientos como la tristeza  y el miedo  se vuelven más dolorosos de lo que son, si a estos sentimientos añadimos  la vergüenza, echarse la culpa  a uno mismo y la impaciencia con nosotros mismos.
La mayoría de la gente  no hemos intentado observar y percibir la experiencia de un sentimiento hasta el final. No confían en sí mismos como para dejar manifestarse sus sentimientos sin interrumpirlos. Y así no descubren que un sentimiento no es tan duro como imaginan. Y en consecuencia no experimentan el bienestar que sucede tras dejar fluir los sentimientos en vez de refrenarlos.
Sentir puede asociarse con el miedo y la sensación de impotencia. Hay temor a perder la estimación de otros si exteriorizamos las emociones. El miedo a disgustar a los demás es el miedo a que no nos amen si somos fieles a nosotros mismos. Algunas personas creen que sus sentimientos son bochornosos o groseros. Esa valoración de los sentimientos como algo vergonzoso procede del miedo. La libertad de expresión de los sentimientos  es lo asertivo.
Los sentimientos pueden ser desagradables, a veces, pero nunca son malos o erróneos. Si creemos que tener un sentimiento desagradable es malo le añadimos la sensación de dolor y hacemos que ese sentimiento se equipare a la sensación de culpabilidad.  Por ejemplo, si no nos gusta tener celos, lo empeoramos si nos reprendemos a nosotros mismos.
Los sentimientos  que tenemos ahora, en la edad adulta, pueden retrotraernos a nuestra pasada edad infantil.  Ahora, por ejemplo, tememos ser abandonados y nos sentimos impotentes para cambiar ese temor, como ya nos ocurría durante la infancia.  […]. Si alguien nos rechaza, nos ponemos tristes e incluso angustiados y desolados. Una sensación de desesperación e impotencia nos conecta con nuestro pasado. ¿Significa ser adultos tener más control para no sentir  esa impotencia nunca más?
Otras personas pueden ser las catalizadoras de nuestros sentimientos, pero no la causa. No se puede decir que el fuego producido al frotar dos palos sea causado por uno de los palos. Dos personas o una persona y un suceso tienen que frotarse para que surja la chispa de un sentimiento.
[…] {p.174}

CÓMO NOS REFRENA EL MIEDO…174
Durante nuestra infancia sentimos la necesidad de conectar con quienes nos cuidan y esa necesidad de conexión dura toda la vida. Y esa conexión es más profunda cuando se hace con las cinco aes(atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización)[vid. pág 39, capítulo 01].
[…]
Las únicas defensas que el miedo no puede derrotar son las agallas y la gracia.
Las “agallas” son en este contexto un compromiso con la práctica de estas tresactitudes (la “triple A):
Admitimos que tenemos miedo
Autorizamos sentir el miedo completamente.
Actuamos para no seguir refrenados o guiados por el miedo.
–¿Cómo reconocemos la gracia en este contexto?
–Pidiendo ayuda a un poder más elevado que el ego y acabando dando gracias por la ayuda.
{p.176}Los cuatro sentimientos principales ( tristeza, enfado, miedo y exuberancia) son las cuatro sendas a nuestra energía alegre.
El miedo, considerado como represión, debilita nuestra energía alegre. […].
Le tenemos miedo a los sentimientos porque dudamos si seremos capaces de controlarlos y desactivarlos cuando queramos. También,…porque a veces los sentimientos no son agradables y no controlamos cómo puedan manifestarse.
También… porque esos sentimientos pueden llevarnos a desmoronarnos, lo que no podemos aceptar como hecho dado ya que siempre estamos controlando. También… porque tenemos miedo a la tristeza y no queremos afrontar la confusa tarea de apenarnos por algo.  Cuando estamos apenados nos parece más valiente “poner a mal tiempo buena cara” que llorar abiertamente, lo cual nos hace perder la conexión con la tristeza y esta pérdida de conexión con la tristeza nos impide volver a ser seres atractivos y enternecedores. A menudo, el resultado de sentir totalmente nuestra tristeza es que nos abrimos al cariño y consuelo que otras personas sentirán  por nosotros.
Puede ocurrir que tengamos miedo a la ira de otras personas debido a que asociamos ira con violencia y peligro. Por ejemplo, pensamos que hay peligro
de perder la conexión con la persona que está enfadada con nosotros.
Y así, en consecuencia, tememos expresar nuestra propia ira porque no queremos perder la aprobación de otros. Cuando sentimos que nos enfadamos creemos que es más maduro decir “vamos a hablar  de esto” que mostrar nuestro sentimiento. Detrás de nuestro miedo a la ira está el miedo a mostrarnos firmes y a mostrar nuestra vulnerabilidad ante la conducta de los demás. El miedo a la ira nos impide exponer nuestras necesidades, valores, deseos, los ingredientes de nuestro verdadero ser. ¿Cómo van a desarrollarse la intimidad ó el destino si lo mejor de nosotros permanece oculto?
Lo peor de todo es tener miedo al miedo. A  veces creemos que es mejor encubrir nuestro miedo en vez de mostrar la sensación de impotencia. Tenemos miedo a perder el control. Nos avergüenza que nos consideren miedosos. Confundimos miedo con cobardía. El miedo al miedo puede llevarnos a tomar tantas precauciones que nunca lleguemos  a tener la vida que queremos vivir.
También existe el miedo a la exuberancia, pues desconfiamos de la espontaneidad y de la alegría. Nos parece que es más maduro mantener la cabeza fría que mostrar el verdadero entusiasmo que sentimos. Nos asusta perder el control, le tenemos miedo a nuestra naturaleza animal.
Por el contrario, la libertad de sentir nos lleva a la sinceridad sin temor. Podemos ser quienes somos. Podemos actuar con espontaneidad y expresar libremente nuestras emociones. Poco a poco, nos damos cuenta de que nos gusta lo que decimos y hacemos espontáneamente, que nos enorgullece ser sinceros y que ya no estamos intentando ofrecer una buena imagen a los demás. Nos decimos a nosotros mismos un sí, es decir, nos aceptamos tal como somos.

LA DURACIÓN DE UN SENTIMIENTO…178
–{p.178}
Nos asusta que un sentimiento nos posea y no poder calmarnos nunca. En realidad, los sentimientos, como todo, son siempre cambiantes y transitorios.
Como la atracción y la repulsión, los sentimientos fluyen describiendo una curva campaniforme.  […] Una vez que dejamos que comience el ciclo del sentimiento, sigue fluyendo hasta su resolución y reposo.
[…]
Esta es la manera en que fluye el ciclo de un sentimiento completo:
{p.179}
Un estímulo > surge un sentimiento > mostrar el sentimiento > calmarse > una apertura calmada a lo que hay que hacer ahora al seguir con nuestra vida > una buena disposición para el siguiente estímulo, y vuelta a empezar.
La palabra emoción significa “mover hacia afuera”. Los verdaderos sentimientos o emociones nos mueven y nosotros pasamos por ellos. La verdadera salud mental es un proceso fluido de adaptación continua.
Un sí consciente a nuestros sentimientos significa que permitimos que sucedan y nos observamos a nosotros mismos mientras suceden. No caemos en las garras peligrosas del apego o de la aversión.
Durante su secuencia natural podemos interrumpir el ciclo completo del sentimiento:
1.- podemos evitar darnos cuenta del estímulo de activación, optando por la negación o la disociación.
2.- podemos interrumpir que surja un sentimiento intelectualizando lo que ha sucedido o tratando de explicarlo o disculpándolo, o incluso no dándonos cuenta de ello.
3.- podemos interrumpir la expresión de un sentimiento inflándolo tanto que se convierte en un drama.
4.- podemos interrumpir el proceso de calmarnos y seguir adelante con un re-sentimiento (“sentir de nuevo”), lo que convierte el sentimiento en estrés en vez de resolución.
[…]
En cualquiera de estos cuatro puntos, como forma de impedir el ciclo vital de nuestros sentimientos, podemos recurrir al consumo de bebidas alcohólicas, drogas, comida, etc.
Este es el proceso en que permitimos íntegramente el desarrollo de un sentimiento:
1.- Alguien nos hiere a propósito. Este es el estímulo.
2.- Nos enfadamos y nos sentimos heridos, una forma de tristeza.
3.- Mostramos nuestro enojo sin rencor y nuestra vergüenza sin vergüenza.
4.- Notamos que los sentimientos disminuyen y no tardamos en proseguir con nuestra vida.
5.-  Hacemos todo esto independientemente de cómo reaccione la otra persona y sin intención de hacer daño o de desquite. Esto es  bondad.
[…].
Algunos sentimientos, los asociados a la pena por una gran pérdida, poder no tener nunca una resolución completa.
Por mucho que lloremos o por mucho que nos reflejen las personas que nos quieren, en algunas penas hay una nota de desconsuelo.
Podemos decir sí al hecho de que algunas experiencias permanecen sin resolver y sin acabar. [Esto es parte del misterio de la vida]
A las personas espiritualmente conscientes les encanta fluir con los sucesos llenos de sentimiento.
El ciclo natural de una emoción demuestra por qué el amor no es realmente un sentimiento. A diferencia de los cuatro sentimientos ( tristeza, enfado, miedo y exuberancia ¨{p.176}el amor no es algo por lo que pasamos: Es un contexto y un compromiso continuo que se muestra en decisiones momento a momento.
El amor es permanente y fiable, pero mostrar amor es transitorio y limitado en el tiempo.
El amor mismo es esencial (más allá de los estragos de los ciclos o los riesgos de pérdida), pero los actos de amor son existenciales.
[p.181}

¿CÓMO RECIBIMOS LOS SENTIMIENTOS DE LOS DEMÁS?…181
Para recibir por completo los sentimientos(tristeza, enfado, miedo y exuberancia) ¨ de los demás y ayudarles a pasar por sus emociones, permanecemos presentes con las cinco aes  (atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización) y sin las disposiciones mentales del ego:
El miedo, el apego, el control, el juicio, la queja, la culpa, el desdén, la censura.
Ejemplos:
1.- dejamos que los demás sientan su pena a su manera, respetamos el tiempo que les pueda llevar, con compasión por su dolor y sin tratar dearreglar lo que ellos sienten.
2.- escuchamos su enfado con atención y sin defensas del ego o sin intentar probar que se equivocan y sin intentar tomar represalias.
3.- permanecemos presentes con ellos acompañándoles en su miedo.
4.- alentamos y compartimos su alegría y diversión.
Así, la intimidad viene a significar el intercambio de sentimientos con el apoyo mostrado en las cinco aes (atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización) y sin que se interponga ninguna disposición mental.
Una intimidad completa no se da en una relación adulta si se prohíbe la manifestación de uno sólo de los cuatro sentimientos (tristeza, enfado, miedo y exuberancia).
[…]

SEGUIR LA PISTA A NUESTROS SENTIMIENTOS…183
Al expresar nuestros sentimientosun primer desafío es ser responsables de lo que sentimos, ya que nuestra respuesta emocional es subjetiva, basada en nuestras creencias y necesidades exclusivas. Una acción nos lleva a un sentimiento mediante una creencia.
El segundo desafío es mostrar nuestros sentimientos de manera que no afecte o amenace a la libertad de los demás. Las personas sanas comparten sus sentimientos para que los demás se los reflejen, no para descargar sus sentimientos en los demás.
Asimismo, las personas sanas y adultas piden a otros compasión, no para causar lástima o hacer que otros tomen represalias, sino como una manera de obtener apoyo.
El tercer desafío es mantener conexión con los demás, sin importar lo que podamos sentir por ellos. “Estoy enfadado contigo y aún te sigo queriendo”. Los sentimientos auténticos, lejos de interrumpir nuestra intimidad con alguien, pueden ser comunicaciones que conduzcan a una unión mayor.
[…]
{p.184}Una práctica útil para recuperar el derecho a nuestros sentimientos es seguir la pista de lo que sucede.
Por ejemplo, me he dado cuenta que cuando alguien parece estar enfadándose o disgustándose conmigo uso de todo mi poder de persuasión para calmar a esa persona. […]
Me quiero convencer de que actúo así por mi compromiso con la no violencia, pero, en última instancia reconozco que hay miedo detrás de mi estilo apaciguador. Veo una conexión con mi infancia, cuando yo me asustaba cuando la ira se expresaba abusivamente y con violencia. Mi impotencia de mi época infantil hace que ahora tenga miedo de la ira sana. Sin embargo, ahora, como adulto estoy aprendiendo y confío en que sabré hacer frente al abuso deteniéndolo o saliendo de la situación, y que podré dejar que surja el peligro en los demás y en mí con menos miedo y más confianza en mí mismo. En este aprendizaje para superar el miedo me ha sido muy útil la práctica de la bondad y la llamadatécnica de la triple A (admitir el miedo, autorizar el sentimiento, actuar).
En lo referente a expresar los sentimientos a los demás, hay que hacer una salvedad: Sólo debemos compartir nuestros sentimientos con alguien que merezca nuestra confianza, es decir, con quien esperamos que pueda recibir nuestros sentimientos  con el respeto que se muestra en las cinco aes (atención, aceptación, agradecimiento, afecto y autorización).
Es un hecho dado que algunas personas nos mostrarán las cinco aes y también es un hecho dado  que a veces la gente no nos prestaráatención, no nos aceptará, no nos apreciará o dará agrado, no será afectuosa, y algunas personas tratarán de controlarnos en vez de respetar nuestra libertad –autorización–.
Una práctica espiritual de decir sí a la manera de ser de los demás, sin protestar o echar culpas, es, siendo flexibles y resilentes en nuestras relaciones, darnos cuenta de lo que falta, sentirnos tristes por ello y no tener que desquitarnos.  Entonces ya no exigiremos pretenciosamente las cinco aes a los demás, pero las apreciaremos cuando las recibamos y así crecerá nuestra compasión por las personas a las que les resulta difícil amar.
LO QUE NO SON LOS SENTIMIENTOS…185
Nuestros sentimientos son nuestra verdad. Ocultarlos en nuestro interior o rehuir verlos en otros es rehusar afrontar la verdad que nos libera; es  eludir el contacto que nos hace coherentes –y vulnerables—los unos con los otros. Además , substituir los sentimientos no funciona. […]
Los sentimientos no son creencias, necesidades, sensaciones, estados emocionales o juicios. Usamos, a veces, la palabra sentir para disfrazar la comunicación:
Por ejemplo,  cuando decimos “siento” realmente queremos decir “creo”:
1.- Siento / creo  que él es el mejor candidato.
2.- siento ganas de / necesito que me abracen.
3.- Me hace sentir bien / Me produce sensaciónes agradables que me toques.
4.- Me siento solo. / Cuando estoy solosiento…
5.- Siento  / Creo (o juzgo) que me has traicionado.
Por ejemplo, palabras sencillas como triste, enfadado, asustado y contento o alegre, tienden a designar estos sentimientos:
tristeza, enfado, miedo y exuberancia.
Una buena práctica para no confundir sentimientos con estados mentales es recurrir a nuestro acrónimo SAFE (Sadness/tristeza, Anger/enfado/ira, Fear/miedo y Exuberance/ exuberancia) y comprobar en nosotros mismos cuál o cuales de estos sentimientos están presentes.
{p.188}[…] El odio puede confundirse con la ira.
La ira trata de eliminar una injusticia. El odio trata de destruir al injusto. La ira se expresa y se suelta. El odio no se puede consumar, permanece como resentimiento. La desesperación es el origen del odio y de la guerra. El que odia ha perdido las esperanzas respecto al otro.
[…] El odio es una defensa contra sentimientos como ira, dolor e impotencia. Al no poder soportar estos sentimientos los proyectamos como odio.
[…]

LOS SENTIMIENTOS SON TRIDIMENSIONALES…189…190
Los sentimientos resuenan en nuestro cuerpo con cambios en los latidos del corazón, el pulso, la respiración; liberación de  serotonina, adrenalina, […]. Los sentimientos tienen también dimensiones psicológicas y espirituales. Los sentimientos se honran en tres dimensiones: el cuerpo, la mente y el alma.
[…]
Mostrar los sentimientos con gestos físicos y resonancia corporal completa nos ayuda a ser fieles a la naturaleza visceral de nuestra experiencia. […]
Somos animales racionales y, sin embargo, vivimos centrados principalmente en nuestra cabeza. Los sentimientos nos ayudan a ofrecer hospitalidad a nuestras inclinaciones instintivas, apasionadas y primitivas. Nos abren la puerta a poder asumir más riesgos, ser más desafiantes con el statu quo, más atrevidos en nuestra imaginación y muestra conducta. Ser racionales tener el control y por eso, quizás, nos sentimos más seguros en este aspecto racional […].
Publicado por klypeus en 18:52   
(9)

# 09 # CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

 09.-
 UN SÍ A LO QUE SOY…
191
Los hechos dados son situaciones difíciles a las que tendremos que enfrentarnos en la vida. Estas situaciones debemos tomarlas como información, no como provocación. Dar un sereno nos hace madurar y así las condiciones de la existencia nos facilitan crecimiento psicológico y espiritual y  la consciencia mística.
Es más, un  incondicional a lo que soy, a cómo son los demás y a lo que es el mundo me sitúa en la mejor posición para desarrollarme.
[…]Hay tres maneras de decir sí a participar en nuestra evolución y en alcanzar el propósito de nuestra vida: cultivando la salud psicológica, la práctica espiritual y la unidad mística. […]. Integrar estas tres dimensiones es combinar cordura y santidad.
Nos damos cuenta de que una persona sana también es virtuosa. Por ejemplo, tener autoestima es un logro psicológico, pero sin humildad, virtud que es resultado de la práctica espiritual, ese logro  sería sólo  decorativo. Del mismo modo, para alcanzar la bondad, la negativa a desquitarnos  y la integridad en los negocios, no basta el trabajo psicológico sino además se necesita una consciencia espiritual.
Una persona  consciente  espiritualmente aprende a reconocer y ocuparse de sus problemas no resueltos, de su lado obscuro y de su ego inflado. Para todo esto no basta la meditación; hacen falta las herramientas psicológicas. […]
Un sí incondicional a la realidad nos estimula a activar y expandir nuestro potencial personal, espiritual y transpersonal.  En suma, una persona completa se ocupa de sus problemas psicológicos, se involucra en la práctica espiritual y está imbuido por de un sentido de unidad con el universo.

901.- PSICOLÓGICAMENTE…192
Decir  al desarrollo psicológico personal es hacer un ego más sano, o sea, una manera más sana de funcionar en el mundo.
Si no hemos cedido al odio, desesperación o resentimiento, por el momento, hemos vencido frente a los golpes de la infancia y de la edad adulta. La salud psicológica es una combinación de pensamiento y acción en el mundo, que nos mantiene evolucionando. Es también –la salud psicológica–  la clave de la autoestima que nos aporta serenidad y felicidad. Y asimismo, –la salud psicológica– significa relaciones eficaces en las que se puede amar sin miedo. Vamos evaluar nuestro progreso hacia la salud psicológica considerando la siguiente lista de cualidades:
1.- Asertividad en nuestras relaciones con los demás, expresando nuestras necesidades, valores y deseos más profundos, sin inhibición y con respeto hacia los demás.
2.- Reconciliarnos con los temas pendientes de la infancia para que no condicionen nuestra vida o determinen nuestras relaciones con los demás.
3.- Afrontar el miedo, la culpa, la ira y la adicción para que no nos dominen o refrenen.
4.- Reconocer que nuestro ego puede inflarse e  imponerse  y así, al reconocerlo, tomar decisiones no regidas por estas distorsiones.
5.- Nos comprometemos con un programa fiable para tratar con nuestras necesidades, conflictos, sufrimientos, pérdidas, retos y toma de decisiones.
6.- Comprometerse a atender, procesar y resolver los problemas que nos surjan en nosotros mismos o entre nosotros y los demás.
7.- Sabemos que la gente y nosotros tenemos un lado obscuro de sombra y, por consiguiente, debemos tener un programa para tratar con esa sombra de manera creativa, lo que incluye reparar el daño cuando hemos hecho  algo que no esté bien.
8.- Reconocer que nuestras reacciones de aversión o de atracción ante los demás, pueden ser proyecciones basadas en nuestra propia sombra, nuestro ego o en temas no resueltos de nuestra infancia.
9.- Un sentido de  auto-respeto y de respeto para los demás con todos sus vicios y virtudes.
10.- Capacidad de mantener límites personales y, no obstante,  ser auténticos en nuestra relación con los demás.
11.- Capacidad de intimar sin ser refrenados por el miedo o empujados por la compulsión.
12.- Un creciente sentido intuitivo  y una atención a los comentarios de los demás, sin ponernos a la defensiva.
13.- Capacidad de relacionarnos  con las personas que entran en nuestra vida y a la vez ser capaces de decir adiós serenamente a los que salen.
14.- El reconocimiento de que estas cualidades pueden requerir ayuda de terapia, libros de autoayuda, etc.

902.- …ESPIRITUALMENTE…194
El trabajo psicológico y la práctica espiritual son un proyecto simultáneo para hacernos humanos.  En la salud psicológica  nuestro propósito es cumplir  nuestras metas vitales, encontrar la felicidad personal y tener relaciones eficaces con los demás. Mediante la prácticaespiritual expandimos nuestro propósito para que nuestra motivación incluya la felicidad y la evolución del mundo. […].Estas prácticasespirituales incluyen meditación, bondad, devoción religiosa y vida virtuosa.
La evolución evidencia que la naturaleza de las cosas tienen algo que da prioridad a la supervivencia sobre la destrucción, y  quiere que el amor venza al odio.[…]. Como dice Mircea Eliade: “La naturaleza expresa algo que nos transciende” Es nuestro ego lo que es transcendido;  nuestro ego, obsesionado consigo mismo y guiado por el miedo y la avaricia.
Para saber si somos personas evolucionadas espiritualmente debemos verificar si nos comprometemos a lo siguiente:
1.-Actuar virtuosamente con los demás sin la motivación de obtener provecho o halagos.
2.-Mostrar compasión y amor no sólo por las personas más próximas y queridas sino por todos los seres.
3.–Procurar que los demás encuentren los dones espirituales que hemos encontrado nosotros y tratar de compartirlos, especialmente dando ejemplo.
4.–Evitar ser guiados o refrenados por las restricciones del ego, es decir, el miedo, el apego, el afán de control o las exigencias arrogantes.
5.-No ejercer ninguna forma de venganza o de violencia, substituyendo la ira con activismo y la paranoia con un propósito.
6.-Respetar la libertad de los demás y trabajar por la justicia mediante la no violencia.
7.–Confiar en que todo lo que sucede en el mundo tiene un significado y un propósito más allá de la gratificación de nuestro ego.
8.–Actuar con humildad y pautas virtuosas.
9.-Saber que, en última instancia, no alcanzamos la sabiduría espiritual, sino que la recibimos como una gracia…, y está disponible en todas partes.

903.- …MÍSTICAMENTE…196
La experiencia mística es la posibilidad de conectar o igualar nuestra propia consciencia con la consciencia universal. […].
Un místico encuentra un camino espiritual y lo recorre sin necesidad de mediación; incluso sin necesidad de un camino. […]. La religión  y las prácticas espirituales ofrecen un contexto para el despertar, pero el misticismo es el despertar en plenitud.
[…]
La naturaleza búdica se aproxima a lo que llamamos consciencia crística en el cristianiamo, el aliento de Dios en el judaísmo y la fuerza vital en el humanismo.
[…]
La práctica espiritual nos ayuda a seguir progresando. […].
La unión mística es un estado de gracia que se expresa en algunas cualidades. Como práctica espiritual veremos, seguidamente,  en qué medida esas cualidades inciden en nuestra vida presente:
1.- El reconocimiento de que la consciencia y el ego individuales son sólo denominaciones provisionales y sugerencias repetidas de identidad separada y que, en realidad, estamos interconectados con todo lo que existe.
2.-La consciencia de que todo es permanente debido a sus ciclos de cambios y de renovación, y transitorio en su identidad individualmente perdurable.
3.- No ser dirigido o refrenado por el miedo, de modo que podemos ser liberados del mundo del ego…
4.- Tener una compasión activa  hacia quienes están aún atrapados por el ego, sin sentir que seamos superiores a ellos.
5.- Amor incondicional, sabiduría intuitiva y poder sanador en todo lo que decimos y hacemos.
6.- El mundo como una continua renovación, en la que se despliega el emparejamiento místico de los opuestos aparentes.
7.- La naturaleza como receptáculo, preservadora y promotora de la consciencia.
8.- Un sentido de la vida trascendente detrás de todas las apariencias finitas, una omnipresente no-dualidad subyacente a todo lo que existe.
9.-Lo divino es la realidad más profunda de lo humano y natural, y no un estado  ó ser separado, excepto en la personificación y la metáfora.
10.- Una bondad permanente e inquebrantable hacia nosotros y los demás.
11.- La consciencia de que todo lo que aparece en esta lista es inadecuado e impreciso, ya que las palabras no pueden contener –ni siquiera aproximarse — el misterio de lo infinito.

904.- ¿SER Ó  NO  SER?….199

Forma y vacío son términos usados a menudo en el budismo. Un ser humano tiene una forma que es física y mental, ambas únicas. Además, una persona es vacío, mente búdica, gran mente, el ser esencial compartido por todos los humanos, así como por la naturaleza. […]
El individualismo brutal y el énfasis en la libertad personal surgidos del romanticismo del siglo XVIII nos han llevado a la alienación que siente el hombre del siglo XXI. Somos animales sociales que tratamos de ser separatistas. La espiritualidad tiene una respuesta: la compasión que fluye de un sentido de interconectividad. […].
Nuestro sí es al ser. Esto es el equivalente al sí a hacer nuestro trabajo psicológico y espiritual para convertirnos en el ser estable y sano que estábamos destinados a ser.
Nuestro sí es al no-ser. Esto es un sí a la compasión universal que es, no obstante, mortal. Nuestro sí es al Ser elevado. Esto es dar gracias por la gracia.
[…].

905.- UN SENTIDO ESTABLE DE MÍ MISMO…202


Nuestro sentido del ser nace en armonía con nuestros sentimientos concediéndonos las cinco aes  ( atención, aceptación, apreciación, afecto y autorización).
[…]
Para fortalecer nuestro sentido de ser nosotros mismos podemos emplear un conjunto de prácticas, tales como estas aspiraciones: 
I.- Un sentido de continuidad…203


Formo parte de una historia. Estoy conectado a una familia y a unos antepasados. He heredado genes de ellos y también ciertos talentos. […]. Los arquetipos que me guían son los que comparten todos los seres humanos. Formo parte de la naturaleza. […].


II.- La capacidad de tratar con los problemas y con la gente…203


Acepto lo bueno y lo malo de los sucesos de la vida. Acepto lo bueno y lo malo de los demás y de mí mismo. […]. Puedo amar a los demás cuando me hieren en vez de lanzarme a la venganza. […]. Me vuelvo un ser coherente cuando ya no me guío por las reacciones primitivas del ego. […].
No me siento devastado por las crisis. Tengo una serie de recursos para ayudarme a superar las cosas. […].
Le veo el sentido a lo que me sucede y aprendo de ello.

III.-Receptividad al apoyo…204


[…] Puedo recibir apoyo y aprecio la sensación de pertenecer a una familia, una comunidad. […] porque me doy cuenta de que todo el universo se nutre de interconectividad.
[…] Vivo en una comunión de los santos y la naturaleza.
[…]  La espiritualidad adulta […] significa que nunca estoy solo.



IV.- Un entramado virtuoso para vivir conscientemente…206

Vivir de acuerdo con un conjunto fiable de ideas, valores, metas y aspiraciones nos ayuda a establecer un sentido sano de ser nosotros mismos, que se satisface volviéndonos personas más virtuosas.
[…].

La práctica espiritual de fortalecer las virtudes se centra en ellas como afirmaciones y acciones específicas. De la siguiente lista de virtudes, cada día, deberíamos considerar llevar a la práctica una de ellas:
1.- Digo sí incondicionalmente a los cinco hechos de la vida humana (todo cambia y se acaba; las cosas no irán siempre como se ha planeado; la vida no siempre es justa; el dolor forma parte de la vida; la gente no siempre es amorosa y leal).
2.- Soy feliz de mostrarme tal como soy, sin fingimientos […].
3.- No caigo atrapado por lamentaciones y remordimientos por mis errores pasados. Aprendo de ellos para mejorar en el futuro y acceder a la humildad. Reparo el daño hecho siempre que puedo.
4.- Examino mi consciencia regularmente.
5.- Escucho los comentarios de los demás.  Acepto la libre expresión de la opinión de los demás y ejerzo la mía propia, y también estoy dispuesto a expresar y recibir  sentimientos
como el miedo, la alegría, la pena y la ternura. Muestro mi ira de manera no violenta.
6.-  Mi conducta y mis decisiones no dependen de lo que los demás puedan pensar de mí. Me muestro tal como soy y no trato se ser aceptado o amado por los demás.
7.- Sin que me influyan el miedo o el deseo permanezco firme y seguro de mí mismo y a la vez, conectado con los demás.
8.- Evito seducir, embaucar o manipular a los demás. Evito ser falso, mendaz, pasivo-agresivo.
9.- Pido lo que quiero sin exigencias, ardides o expectativas. Acepto que me digan “no” cuando pido algo.
10.- Prefiero cooperar en vez de ser competitivo frente a los demás. Evito situaciones en las que para ganar yo otros tengan que perder.
11.- No hiero a otros a sabiendas; si me ofenden, no me desquito, pero pido un desagravio. No odio a nadie ni guardo resentimientos. Actuo bondadosamente con los demás.
12.- Tengo sentido del humor, pero no recurro al ridículo ni al sarcasmo.
13.-  Procuro no criticar las decisiones de otras personas ni me río de sus desgracias o errores.
14.- Expreso mi dolor ante los abusos en el trabajo o en las relaciones con los demás. Actuo para cambiar lo que se pueda cambiar.
15.- Actúo según pautas de honestidad y veracidad en todos mis tratos. Pido disculpas si es necesario.
16.- Muestro el mismo respeto y sinceridad con los extraños que con las personas cercanas a mí.
17.- Cumplo mi palabra dada. Cumplo mis compromisos y tareas que he aceptado hacer. Mido lo que puedo ofrecer a los demás sin ser servil ni prometer lo que no pueda realizar.
18.- Tengo convicciones firmes a la vez que puedo ser flexible para abandonar creencias o costumbres obsoletas.
19.-  Agradezco y valoro las tradiciones recibidas pero descarto las creencias que sean contrarias a una vida sana y virtuosa.
20.- Valoro mi éxito personal por mi capacidad de amar, no tanto por el dinero que tenga en el banco o por el poder de influir sobre los demás.
21.- Realizo con entusiasmo obras y proyectos.
22.- Vivir con exuberancia, amar y compartir dones y bienes.
23.- Trabajar enérgicamente pero sin poner en peligro mi salud.
24.- Rezo y trabajo para que se minimicen las guerras, las represalias, la avaricia, el odio y la ignorancia.
25.- Soy generoso con mi tiempo, mi atención, mi dinero y conmigo mismo.
26.- Al ver el dolor y sufrimiento no culpo a Dios ni a la “humanidad”, sino que me pregunto “¿Qué puedo hacer yo?”.
27.-  Amor y respeto a la naturaleza: Como dijo San Buenaventura: “cortesía hacia las cosas naturales”.
28.- Siento mi consciencia espiritual, una energía divina dentro de mí, detrás del amor, la sabiduría o el poder sanador que pueda yo tener o mostrar.

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Publicado por klypeus en 3:46   
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# 10 # Epílogo de CINCO COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

EPÍLOGO:
Los hechos dados que son nuestras gracias
215…{p.220}
…he demostrado cómo nuestra resistencia a los cinco hechos de la vida es la verdadera causa de nuestros problemas. Cuando nos abrimos a los hechos, nos abrimos a la  posibilidad de convertirnos  en los seres valerosos, compasivos y sabios que estamos destinados a ser.
Los seres humanos también estamos equipados con hechos dados bellos y positivos.
Son los dones,  gracias que forman parte de nuestra herencia humana y proceden de poderes más allá del ego.
Estas gracias son:
01.- Nuestra incontenible jovialidad y sentido del humor.
02.- Nuestra capacidad de seguir amando, sea lo que nos haya ocurrido en el pasado.
03.- Nuestra valiente indignación y acción contra el mal.
04.- Nuestra predisposición a situarnos en segundo lugar, incluso arriesgando la vida por los demás.
05.- Nuestra negativa a aceptar la derrota ó el abuso ante cualquier adversidad.
06.- Nuestra imperturbable esperanza.
07.- Nuestro don de mostrar lo mejor que tenemos cuando cunde la desgracia.
08.- Nuestra habilidad de hallar orden en medio del caos y sentido a pesar del desastre.
09.- Nuestra intuición, que nos hace saber más que la lógica.
10.- Ser honestos cuando nadie nos ve.
11.- Nuestra aspiración a ir más allá de nuestro entendimiento y de nuestros límites.
12.- Hacer, decir ó ser  algo  que nos lleva a nuestra sanación y la de otras personas.
13.- Nuestra creencia de que finalmente hay una tendencia amorosa en todo que sucede.
14.- Nuestra comprensión y ayuda a quienes optan por vivir en desacuerdo con esta lista de dones o gracias.
Estas catorce gracias son la razón por la que no perdemos la esperanza con nosotros mismos y con los demás. {p.216}
[…]
…el universo es el entorno que nos sustenta, y ese sustento se  siente de modo personal, de modo que es natural sentir una cierta presencia amorosa en nuestra vida. Esa sensación  de esa presencia amorosa mantenida tanto tiempo en la consciencia humana equivale a una realidadDel hecho espiritual de una presenciafiable  hay algunas señales, ciertas por muy subjetivas que sean: {p.217}
01.- Nuestro ego no es lo único con que contamos y tenemos la sensación de no estar solos ante los hechos de la vida. La sensación de estar acompañados es más fuerte en los momentos de sincronicidad y gracia.
02.- En momentos del  incondicional, confianza, meditación, oración, imaginación, visión o intuición, aparecen recursos en y alrededor de nosotros.
.
03.- A veces sentimos que estamos en contacto con la fuente del amor, la sabiduría y sanación.
04.- Sentimos  una fuerza que quiere que evolucionemos y nos ayuda sin condición o límite ó pausa.
05.- Nos damos cuenta de que nos están siendo concedidas gracias que nos ayudan a realizar nuestra integridad: Son los hechos dados mismos, personas, sitios, cosas, sucesos sincrónicos, vienen en nuestra ayuda. Especialmente las personas que nos apoyan o nos hieren parecen ser mensajeros de una fuerza positiva y elevada.{p.218}
…/…
06.- A veces estamos en contacto con extensas profundidades de nosotros, las mismas profundidades que hay en otros seres y en todo el universo. Mientras nos rodea la naturaleza, estamos envueltos en la vida divina, una vida más allá de las condiciones.
07.- En la naturaleza y en nuestra vida psíquica sentimos asombro, sobrecogimiento, profunda emoción; encontramos poderes que parecen extendernos la mano. Nos sentimos misteriosamente apoyados, a veces, y ese apoyo es lo que llamamos presencia divina.
08.-  Somos conscientes de una energía sanadora siempre activa y que infatigablemente renueva y reconstruye lo que se desmorona…Una energía que también nos recompone a nosotros […].
09.- Sentimos palpablemente un propósito amoroso en la estructura y dirección mismas del universo…. Por qué suceden las cosas es un misterio. […] Sin embargo, aprovechar al máximo lo que nos sucede equivale a un propósito. La oportunidad que llega con un suceso doloroso es… su propósito, su dirección evolutiva. …una dirección hacia adelante.
10.- Cuando miramos imágenes religiosas o contemplamos la naturaleza podemos sentirnos amados. Amados por un poder que hay en el universo y más allá.. un poder que nos ama, acepta, asiste, oye, valora y, a la vez, nos permite rechazarlo sin desencantarse nunca de nosotros.
11.- Podemos seguir amando en circunstancias difíciles y con personas difíciles, y esto nos da fe de que nuestro origen, propósito y fin es el amor.
12.- Sentimos que el mundo y nosotros somos una misma energía… “Soy lo que es la naturaleza” es una respuesta a las condiciones de la existencia.
13.- Nuestra capacidad de seguir amando, pese a todo, es resultado de confiar en que “Dios saca bien del mal”.
14.- Nuestra vida interior más profunda se ha reconocido a sí misma como Dios, los santos, Buda, personificaciones arquetípicas de una luz inefable, infalible y eterna que hay en nosotros y en todo cuanto existe. Dios, o la naturaleza búdica,  es una personificación del Ser esencial que sigue encontrándose a sí mismo mediante la evolución consciente de cada uno de nosotros.
15.- Sobrevive en nosotros  la creencia de que algo que está siempre amorosamente activo… para que el mundo y nosotros seamos más… Ese algo es a la vez nuestra energía vital y la fuerza vital del universo.
Es un don que seamos polvo de estrellas y así tengamos un afán hacia la santidad o iluminación. {p.220}
Publicado por klypeus en 4:00   
Etiquetas: David Richorvdo 18 may16







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